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Tres policías mueren al estrellarse en Getafe el helicóptero en el que viajaban

M. SÁIZ-PARDO MADRID

ESPAÑA

J. L. PINO

Los oficiales eran expertos pilotos pero no pudieron controlar la aeronave en una zona de densa niebla Tres oficiales del Cuerpo Nacional de Policía murieron en la mañana de ayer al estrellarse en Getafe (Madrid) el helicóptero en el que viajaban. Los agentes, que eran andaluces y conducían el aparato desde Sevilla a la madrileña base aérea de Cuatro Vientos para una revisión rutinaria, no pudieron evitar que la aeronave chocara contra el suelo, al parecer desorientados por la densa niebla que no permitía ver más allá de cuatro metros. Es el segundo siniestro de helicóptero en Madrid en una semana.

25 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Eran tres expertos pilotos, pero la niebla pudo con ellos. Eran las 11,15 horas y el inspector jefe José Villegas Martín, de 54 años, fundador de la Unidad de Helicópteros de la Policía; el inspector Miguel Ángel Cuellar Caballero, de 31 años, y el subinspector mecánico José Martín Caro, de 41, viajaban a bordo de uno de los helicópteros bimotor modelo BO-105 EADS, adscritos a la base de Sevilla. Los oficiales llevaban el aparato, con capacidad para seis pasajeros, a una revisión anual técnica de carácter «rutinario», en la madrileña base de Cuatro Vientos, cuando se vieron sorprendidos por la espesa niebla que cubría los alrededores de Getafe y que, según fuentes de la investigación, impedía la visibilidad más allá de los cuatro metros. Maniobra a ciegas Ante ello, los pilotos iniciaron las maniobras para tomar tierra en la base de Getafe, cuando se desencadenó el accidente mortal, seguramente provocado por la desorientación de los agentes. El helicóptero se estrelló en un descampado entre la carretera de Toledo -N-401- y las vías de los trenes de cercanías, a tan sólo 100 metros de la cabecera de pista del aeropuerto. No hubo testigos. Los tres fallecidos, casados y que dejan cuatro huérfanos, quedaron completamente calcinados. La policía investiga si, además de la niebla, se produjo algún fallo mecánico.