
El inmueble, cuyo deterioro era conocido, iba a ser restaurado en septiembre Once personas fueron atendidas ayer en el hospital de Jove de Gijón, tras derrumbarse una parte del techo de la estación de autobuses de la ciudad, propiedad de la empresa Alsa. Ocho de los heridos fueron dados de alta nada más llegar al centro, mientras que otros tres permanecen en observación, según fuentes sanitarias. Uno de ellos tiene un brazo roto. El deterioro del inmueble era conocido.
12 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.La cubierta de la estación asturiana se desplomó sobre los viajeros que esperaban en el edificio sobre las seis y media de la mañana. La zona estaba en ese momento bastante concurrida, ya que, además de los autobuses de larga distancia, operan allí las líneas utilizadas por las personas que se dirigen a sus centros de trabajo. Alsa atribuye el siniestro a causas naturales, aunque ha sido abierta una investigación para esclarecer los hechos. Un portavoz de la empresa explicó que «se desprendió un trozo de cornisa que cayó sobre el techo, que a su vez venció, y los escombros cayeron en la zona de andenes». Cerrada cautelarmente El deterioro de la estación era conocido y, de hecho, este suceso podría adelantar el inicio de las obras de remodelación y mejora previstas para el próximo mes de septiembre. El coordinador general de Izquierda Unida de Asturias, Jesús Iglesias, acusó de «dejadez» a la compañía y consideró incomprensible que una de las mayores empresas de autobuses de España mantuviera en tal estado de deterioro la estación gijonesa. La estación ha sido cerrada cautelarmente tras el derrumbe para garantizar la seguridad de los viajeros, de mutuo acuerdo entre la empresa y el Ayuntamiento, y el tráfico de autobuses se mantiene con la utilización de las calles adyacentes a la estación. A lo largo de la mañana de ayer se produjeron demoras de entre veinte y treinta minutos en los servicios, aunque la firma de transporte Alsa aseguraba que confiaba en que el tráfico quedase normalizado en unas horas.