
Con bastantes menos invitados que si hubiese vivido Franco, el Pazo de Meirás fue marco, hace hoy 25 años, de una boda que hizo las delicias de la prensa del corazón y del novio, que vendió la exclusiva por un millón de pesetas a la revista Hola . Jimmy Giménez-Arnau era un joven ilustrado (había llegado a las votaciones finales del premio Nadal de novela con Las islas transparentes ) y también irónico, a veces sarcástico, lo que le iba a traer problemas con el marqués de Villaverde, al que no le gustaban las bromas. Entre las anécdotas sobre la boda que cuenta Jimmy en su libro, destaca la protagonizada por su tío, José Vicente Puente. Cuando el cura pronunció la tradicional frase: «Yo os declaro marido y mujer», aquél, al que no le hacía mucha gracia la boda, se volvió a Manuel Fraga, que lo tenía al lado, y le dijo: «Ya la hemos jodido. No hay nada que hacer». Doña Carmen Polo recomendó a los novios: «Comed mucha langosta, que tenéis que estar fuertes para lo que os espera».