
Son establecimientos de moda desde el mismo día en que abren sus puertas. Para sus propietarios, una inversión de futuro, por aquello de la inseguridad en el trabajo, sobre todo cuando se es artista, o algo parecido. Actores, presentadores de televisión, modelos, incluso futbolistas y escritores, se han lanzado a la aventura de abrir un local en Madrid, un bar, un restaurante, una discoteca... Al menos media docena tienen entre bambalinas a algunos de los más famosos personajes españoles en la actualidad: desde Paz Vega, hasta la familia Bardem; desde Santiago Segura, hasta Jesús Vázquez; desde Soledad Puértolas, hasta Laura Ponte... Cada local un estilo. No cabe buscar similitudes entre ellos; si acaso, como dicen que ocurre con los perros, cierto parecido entre la personalidad de cada establecimiento y la de su dueño, un toque que le identifica, una característica, un algo. No parece casualidad que el restaurante de Santiago Segura se llame Minabo, con ese nombre no iba a ser de Doris Day; o que el de Jesús Vázquez esté enclavado en el barrio de Chueca, una suerte de paraíso gay en alza que gana calidad de vida cada día; o que el café de Soledad Puértolas esté lleno de libros. Amigos famosos Con un poco de suerte, a todos ellos se les puede ver alguna vez por allí; pero, si no están ellos, estarán sus amigos, que en la mayoría de los casos también son famosos. Es un aliciente. La Bardencilla es, quizás, el más asentado de todos, el más antiguo. Sirve para todo: para ir de cañas, tomar copas, tapear o cenar sentado y con servilleta, pero para esto lo más recomendable es reservar mesa; si no, probablemente, tendrá que esperar. Es un poco de toda la familia Bardem, pero quien lo regenta es Mónica, la hermana de Javier, o la hija de Pilar. Justo enfrente ha puesto su restaurante Jesús Vázquez, el Lombok, que es como se llama una isla indonesia situada al lado de Bali. De estilo modernista, inspirado en los ambientes de Londres o Nueva York según los entendidos, es ya todo un clásico en el barrio; no muy caro, por cierto, para ser de quien es. Y muy agradable. No tiene nada que ver con esto el negocio en el que está metida Paz Vega, junto con otros tres amigos. Lo suyo es una especie de discoteca, o afterhours , que sólo abre los viernes, desde la medianoche hasta las siete de la mañana. Inspirado en la noche ibicenca, ofrece sobre todo sonidos electrónicos en el ambiente de glamour decadente que encierra un local que lo ha sido todo en Madrid: el antiguo Pirandello, que desde los años 70 ha sido un poco de todo, incluso barra americana. El restaurante de Santiago Segura es Minabo y es el resultado de una fusión que él mismo llama «sushimex», es decir, una extraña mezcla de mejicano y japonés que, desde que abrió sus puertas el verano pasado, no para de atraer clientela. El bar de otro Bardem, de Carlos, el escritor, está en otra zona de moda, en La Latina. Su dueño dice que La Carpanta es su rincón favorito y de mucha gente más.