
El acto celebrado en Madrid esta semana ha vuelto a poner de actualidad la historia de la bandera de España, que luce los colores actuales desde el siglo XVIII.
05 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.La llegada de la Casa de Borbón, a comienzos del siglo XVIII, impuso a los ejércitos el empleo de la enseña dinástica, consistente en una bandera blanca con las aspas de Borgoña. «Es mi voluntad -se decía en la disposición dictada por Felipe V en 1707- que cada cuerpo traiga la bandera coronela blanca con la cruz de Borgoña, según estilo de mis tropas». Posteriormente (el 17 de marzo de 1734) se dispuso que cada regimiento usase tres banderas, blancas las tres: la coronela, con el escudo real, y las otras dos con la cruz de Borgoña, pudiendo emplearse las armas de la provincia respectiva. Bajo el reinado de Carlos III surgió la bandera roja y gualda, pero que se usó sólo en la Marina. Su nacimiento obedeció a razones más funcionales (se confundía con la de otras marinas) que heráldicas, pues, según la disposición de 28-3-1785, «para evitar los inconvenientes y perjuicios que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la bandera que usa mi Armada, equivocándose cuando se vislumbra a largas distancias, he resuelto que de ahora en adelante se use una bandera dividida a lo largo en tres listas, de las que la alta y la baja sean encarnadas, y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de en medio amarilla, colocándose en ésta el escudo de mis reales armas». Finalmente, por decreto de 15 de octubre de 1843, bajo el reinado de Isabel II, se estableció la bandera que venía usando la Marina como la oficial del reino de España. Y como tal prosiguió en los reinados de Amadeo I de Saboya (1871-1873); Primera República (1874-1875); Restauración y reinado de Alfonso XII (1877-1885); regencia de María Cristina (1886-1902) y reinado de Alfonso XIII (1902-1931). La Segunda República, proclamada el 14 de abril de 1931, incorporó al rojo y al amarillo una banda de color morado, símbolo del pendón de Castilla. Respecto al escudo, la República le suprimió los símbolos monárquicos. El yugo y las flechas Triunfante el alzamiento contra la República de julio de 1936, la Junta de Defensa Nacional de Burgos, restauró la bandera monárquica, a la que se unió el escudo del águila imperial, que no era propiamente franquista sino originario de los Reyes Católicos. El yugo y las flechas eran, asimismo, las iniciales de Isabel y Fernando. La Constitución de 1978 confirmó la bandera roja y gualda aunque cambió su escudo, eliminando el águila y el yugo y las flechas. En las nacionalidades históricas se siguió viendo la bandera roja y gualda como un símbolo del régimen franquista.