El agresor también hirió de gravedad a la esposa de la víctima El homicida molestaba desde hace tiempo al matrimonio a altas horas de la noche
29 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.Agentes del cuerpo de la policía nacional detuvieron ayer en la localidad asturiana de Avilés a un hombre -José Manuel Espino Reig, de una edad de 42 años- bajo la acusación de haber matado a hachazos a su vecino, además de provocar heridas de gravedad a la mujer de éste. Los tres actores habían protagonizado, al parecer, sólo unos momentos antes, una discusión, aunque las fricciones venían de lejos. Desde hacía tiempo ambas víctimas tenían importantes problemas de convivencia por los ruidos que ocasionaba el presunto agresor, según informaron fuentes policiales cercanas a la investigación abierta. Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 18 horas en el número 35 de la plaza del Carbayedo, situada en el centro de la mencionada ciudad, tras encontrarse ambos vecinos en el portal de la casa y, según las primeras impresiones de los agentes, mantener una fuerte discusión por las molestias acústicas que el comportamiento habitual del acusado provocaba. Al parecer, J.M.E.R. subió en un momento de la refriega a su casa y bajó armado con un hacha hasta la vivienda del matrimonio, donde propinó un fatal hachazo en la cabeza a Agustín Barrios Fernández, de 66 años, que finalmente le causó la muerte. De forma inmediata, el presunto agresor asestó también otro hachazo a la mujer, Mercedes Delgado Arrebola, de 62 años, que fue trasladada aún con vida al Hospital San Agustín de Avilés, donde permanecía ingresada a primera hora de la noche de ayer. El matrimonio fue hallado por uno de sus hijos, la misma persona que dio la alerta a la policía nacional, cuyos agentes arrestaron poco después a José Manuel Espino Reig. Coche camuflado Según las citadas fuentes, el agresor fue localizado por un coche camuflado del destacamento de proximidad avilesino, que procedió a su detención y a la recuperación del arma homicida. El sospechoso fue trasladado posteriormente hasta la comisaría de policía de la ciudad, donde se encuentra confinado. Todo indica que las discusiones se habían sucedido en el último año por los ruidos que provocaba el inquilino cuando llegaba a su domicilio a altas horas de la noche.