¿Juez o simple ciudadano?

J. Á. Fariñas redacción

ESPAÑA

Tres de los cinco vocales de la Comisión Disciplinaria del Poder Judicial frenaron ayer un expediente contra Garzón por criticar la posición de Aznar ante la guerra

27 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Se impuso el sentido común. La Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial decidió ayer que las críticas vertidas por el ciudadano Baltasar Garzón contra el presidente Aznar por su postura en la guerra contra Irak constituyen un ejercicio del derecho de todo ciudadano a la libertad de expresión. De haber entendido que las hizo como juez, sería sancionado. Así lo entendió la mayoría de la comisión, integrada por dos vocales progresistas y uno independiente, frente al criterio de los dos representantes conservadores, que anunciaron la presentación de un voto particular. Éstos pretenden llevar el asunto al pleno, donde el PP tiene mayoría absoluta, porque comparten el criterio de los servicios de inspección, según el cual los hechos son punibles con arreglo a la ley del Poder Judicial que sanciona el «dirigir a los poderes, autoridades, funcionarios públicos o corporaciones oficiales, felicitaciones o censuras por sus actos, invocando la condición de juez o sorviéndose de esta condición». La denuncia Los vocales conservadores hicieron suyas las tesis esgrimidas en sus denuncias ante el Consejo por la asociación Manos Limpias, presidida por Miguel Bernard. ¿Quién es este personaje que también presentó hace unos meses uan denuncia ante la Fiscalía General del Estado contra la plataforma gallega Nunca Máis? Los datos disponibles apuntan que se trata de un ultraderechista que hasta 1994 fue el ojo derecho de Blas Piñar como secretario general del Frente Nacional. La decisión de archivar la propuesta de expediente es coherente con la postura expresada hace algunas semanas en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados por el Presidente del CGPJ: «Cuando el juez actúa como ciudadano, pero desprovisto de toda condición jurisdiccional, le ampara la libertad de expresión que consagra nuestra Constitución», dijo. Pero ni a Francisco José Hernando ni al partido que respaldó su elección le hacen gracia las críticas de personajes como Garzón. Si prospera la actual redacción del anteproyecto de ley de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el ciudadano Baltasar Real Garzón también tendrá que callar.