Madrid, Madrid, Madrid El filósofo ha recibido el galardón del Club de la Escritura de manos de Vargas Llosa
24 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Compagina el pesimismo con un inagotable espíritu de lucha. Logra conservar una alegría imposible de confundir con la inconsciencia. Fernando Savater, filósofo, profesor, escritor, periodista y nombre destacado de la lucha antiterrorista, obtuvo ayer un premio más a su extraordinaria trayectoria. De manos de Mario Vargas Llosa, el más conocido de nuestros filósofos obtuvo la Pluma de Plata del Club de la Escritura en el transcurso de un acto, celebrado en el madrileño hotel Ritz, que contó con la asistencia de personalidades como el académico Antonio Mingote o el periodista Jaime Campmany. El pensador, que ha publicado recientemente su libro de memorias, Mira por donde, ha escrito casi medio centenar de libros entre los que se cuentan títulos como La tarea del héroe (Premio Nacional de Ensayo en 1982), Ética como amor propio (1988) y Ética para Amador (1991), traducido a 18 idiomas. Nacido en San Sebastián en 1947, pasó brevemente por las cárceles franquistas y fue apartado de la docencia en 1971. Desde 1995, enseña Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, aunque motivos de seguridad le han impedido impartir clase durante este último año. Y es que la labor de Savater como portavoz de la plataforma antiterrorista Basta Ya le obliga a estar constantemente acompañado de escoltas. En 2001, el filósofo recopiló sus numerosos artículos contra el nacionalismo radical en el libro Perdonen las molestias. Este reconocimiento a la trayectoria de Fernando Savater, a quien Vargas Llosa definió ayer como un humanista contemporáneo, se suma a la larga lista de distinciones recibidas por el pensador donostiarra, entre ellas el premio Sajarov de los derechos humanos del 2000, en nombre de la plataforma Basta Ya, el premio Nacional de Ensayo de 1982 y el premio Ortega y Gasset de periodismo del año 2000. Doce años haciendo música y 1.500.000 discos vendidos. La experiencia, el esfuerzo continuado y el constante éxito avalan al dúo OBK, que recibió ayer un Disco de Diamante en reconocimiento a toda su carrera. En la sede madrileña de la SGAE, el conjunto catalán -uno de los pocos representantes de la música electrónica en España- obtuvo, además, un Disco de Oro por las 80.000 unidades vendidas de su último trabajo, Babylon. Miguel Arjona y Jordi Sánchez, los dos componentes de OBK, entraron con fuerza en el mercado discográfico: Llámalo sueño tuvo, en 1991, unas ventas de 400.000 copias, todo un récord para el que fue el primero de una larga serie de éxitos. Después, Momentos de fé (1993), Trilogía (1995), Donde el corazón nos lleve (1996), Singles 91-98 (1998), Antropop (2000), Extrapop (2001) y Babylon (2003) han mantenido siempre alto el listón de esta factoría de canciones pop con sonido electrónico e intensidad emocional. Su último disco, Babylon, ha sido producido por Carlos Jean y representa la culminación de una carrera tan difícil como exitosa. El Disco de Diamante, según declaró Jordi Sánchez, es un justo reconocimiento a doce años de trabajo: «Estamos recogiedo lo que hemos sembrado». No sólo es el guitarrista de la banda de rock más famosa del mundo. Ron Wood, insigne miembro de los Rolling Stones, es, además, un experimentado artista gráfico. Coincidiendo con la gira mundial del grupo, que comprende actuaciones en Madrid y Barcelona los próximos días 27 y 29 de junio, el artista expone, por primera vez en la capital, una serie de dibijos y grabados. La Galería BAT Alberto Cornejo inauguró ayer la muestra Ronnie Wood Art Show 2003, que permanecerá abierta al público hasta el día 13 de septiembre. Desde 1984, el mítico guitarrista ha realizado más de sesenta exposiciones individuales en países de todo el mundo, las más destacada de las cuales fue la retrospectiva que el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo (Brasil) dedicó a su obra en 1996. La producción plástica de Wood data de su época como estudiante en el Ealing College of Art de Londres, antes de sumergirse en su prolífica carrera musical. Desde entonces, el guitarrista ha compaginado ambas facetas y ha plasmado su pasión por la pintura en temas que van desde la familia, los amigos o autorretrratos hasta lo más llamativo: imágenes de algunos de los músicos con los que ha tocado.