
Madrid, Madrid, Madrid El Conde Duque reúne 150 valiosas piezas en torno al Quijote, don Juan y la Celestina
20 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.La Celestina, don Quijote y don Juan son tres mitos literarios de alcance universal que, según sostenía Ramiro de Maeztu en el ensayo que dedicó a esta materia, han forjado lo que se denomina el «carácter español». El Centro Cultural Conde Duque inauguró ayer una ambiciosa exposición inspirada en este pensamiento, que reúne más de 150 piezas que se acercan a este trío de arquetipos desde todos los ángulos posibles. Organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y la Junta de Castilla La Mancha, la muestra alberga primeras ediciones, manuscritos, valiosos óleos, elementos escenográficos y de vestuario, partituras y montajes audiovisuales. Es decir, Tres mitos epañoles. La Celestina, Don Quijote y Don Juan contempla estas figuras desde las perspectivas literaria, teatral e histórica, así como desde la influencia que han supuesto para pintores, escultores y músicos. Entre el material de la exposición destacan, según indicó su comisario, José Luis Díez, joyas como un cuadro sobre el tema del Quijote, obra de Honoré Daumier y cedido por un coleccionista de Melbourne; un ejemplar de La Celestina fechado en 1507 y prestado por un particular zaragozano; el libreto original de la ópera Don Giovanni, de Mozart, y los figurines que diseñó Dalí para su puesta en escena; así como las pinturas de Picasso, Sorolla y Goya dedicadas a La Celestina. Además, la muestra recuerda los distintos montajes teatrales centrados en los tres mitos, reuniendo fotografías de los actores que los han encarnado, figurines y escenografías. El secretario de Cultura, Luis Alberto de Cuenca; el vicepresidente de la Junta de Castilla La Mancha, José María Barreda; el presidente de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, Luis Miguel Enciso; y el director gerente de Patrimonio Cultural, Juan José Echeverría, asistieron a la inauguración de una ambiciosa exposición a la que el director del Museo del Teatro, Andrés Peláez, ha dotado de una atmósfera misteriosa, cercana a la escenografía teatral. A medio camino entre el recital poético y el espectáculo teatral, el actor catalán Fermí Reixach presentó ayer en el madrileño Círculo de Bellas Artes una lectura dramatizada de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, el libro con el que un jovencísimo Pablo Neruda saltó a la arena literaria. Reixach, miembro fundador del grupo Els Comediants y parte de la compañía del Teatre Lliure barcelonés, interpretará los versos en el mismo orden en que figuran en las páginas del poemario y vestirá de negro, como era la costumbre del Nobel chileno, durante la representación. A pesar que calificar el montaje de «seco» y prescindir de apoyos escenográficos, el actor catalán negó que el espectáculo sea un mero monólogo, ya que «ella -la amada- está presente desde el primer momento, él la evoca en su imaginación y establece un diálogo con ella», según indicó. Esta lectura, que llega a Madrid avalada por su éxito en Girona y antes de viajar al Instituto Cervantes de Nueva York, se adelanta levemente al centenario del nacimiento de Neruda, que se celebra el próximo mes de abril en la Casa de América de la capital, donde también recalará la dramatización de Reixach. Es raro que nieve en la capital, pero ayer sucedió. Poco después de las nueve de la mañana, algunos copos de nieve atravesaron el cielo de Madrid, y aunque no llegaron a cuajar, dejaron un breve rastro blanco en las zonas verdes. En otras zonas de la Comunidad, especialmente en el norte y el noroeste, la nevada fue más intensa. La cota de nieve se situó en los 600 metros a primera hora, y fue aumentando según avanzaba el día.