Trillo desata un incidente diplomático «poco grato» con Marruecos

Juan Vicente Muñoz TOLEDO

ESPAÑA

El comentario sobre la invasión de Perejil obliga a Ana Palacio a justificarse con Rabat hasta cuatro veces La responsable de Exteriores afirma que los lazos con el país vecino no se verán dañados

22 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, reconoció ayer que las declaraciones jocosas de su compañero de gabinete y titular de Defensa, Federico Trillo, sobre la toma del islote de Perejil han provocado, cuanto menos, un incidente «poco grato» con Marruecos. La ministra confirmó que, a lo largo del sábado, se vio obligada a mantener hasta cuatro contactos telefónicos con altos representantes del Gobierno de Rabat -dos de ellos con su homólogo, Mohamed Benaisha- para hablar sobre la cuestión. Pese a todo, se mostró confiada en que el episodio no afecte a la «calidad» de las relaciones con el país vecino, reconstruidas el pasado año tras una crisis que duró más de quince meses. El origen de este último conflicto diplomático con Marruecos se encuentra en el comentario poco afortunado de Trillo realizado el viernes durante una cena mitin con militantes del Partido Popular en Alicante. «Me habría gustado ser ministro de Defensa hace ocho años para haber tomado la isla de Perejil y que nuestros pescadores faenaran en aguas de Marruecos ¡caramba!». Una zafiedad En un primer momento, la frase de Trillo fue interpretada por la oposición tan sólo como una zafiedad poco propia de un ministro. No obstante, ante sus críticas, el titular de Defensa quiso salir al paso y protestó por que se hubiera sacado de contexto. Lejos de amainar, la tormenta se recrudeció ayer. Ana Palacio, que participó en un acto del PP en Toledo (circunscripción por la que concurre como cabeza de lista al Congreso) trató de disculpar al ministro de Defensa dando por buenas sus aclaraciones. Sin embargo, admitió que le había obligado a emplearse a fondo en sus labores de jefa de la diplomacia española. Su conclusión es que en estos momentos los lazos con Marruecos siguen teniendo la misma consistencia que hace unos días, «sin perjuicio de que éste sea un incidente que no es grato para nadie. Eso hay que entenderlo». También desde el Gobierno, su portavoz y ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, recurrió al contexto en que Trillo hizo tales declaraciones -una cena con militantes del PP a la que en teoría no estaban citados los periodistas- para afirmar que «no es lo mismo una declaración pública que un comentario de sobremesa». Zaplana, quien ayer se reunió con los miembros del PP candidatos por Valencia, se mostró convencido de que Marruecos no emitirá una declaración oficial al respecto porque los ejecutivos expresan opiniones por «cuestiones serias».