Podría entrar en la Diputación alavesa y en el Ayuntamiento vitoriano tras ser el más votado en esta provincia Los socialistas no descartan acuerdos con el PNV en algunas instituciones.
19 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.El nuevo mapa electoral trazado por el 14-M ha situado a los socialistas como segunda fuerza política en el País Vasco. Este ascenso les permite replantearse su estrategia en esta comunidad, ya que su postura ha estado subordinada en los últimos años al paso que marcaban los populares. El Partido Socialista de Euskadi se niega a protagonizar un acercamiento inmediato al nacionalismo, al que exige la retirada del Plan Ibarretxe como condición inexcusable para cualquier cambio en sus relaciones, pero está decidido a desarrollar una política autónoma que en unas ocasiones coincidirá con los planteamientos del PP y en otras con los del PNV. Álava será el banco de pruebas. En este territorio, el PSE se ha convertido en la primera fuerza política tras los últimos comicios. Los socialistas se plantean la entrada en la Diputación de Álava y el Ayuntamiento vitoriano, instituciones gobernadas por el PP en minoría y en solitario gracias a su apoyo externo. El PSE puede mantener su pacto con los populares con las mismas condiciones o plantear, como se hizo después de los comicios locales del 25 de mayo del 2003, un nuevo reparto del poder. Podría dejar al PP el control de la Diputación y conseguir a cambio la alcaldía. Pero también cabe la posibilidad de una alianza con el PNV para formar una mayoría alternativa en ambas instituciones. El presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, dio ayer una primera respuesta: «Estamos dispuestos a reajustar la estrategia, a suavizar el discurso, pero sin bandazos ideológicos». Los socialistas también están muy pendientes de los próximos encuentros de José Luis Rodríguez Zapatero con el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, y con Juan José Ibarretxe.