?havela Vargas, «la dama del poncho rojo, pelo plata y carne morena», como la describió su guate Sabina, desgrana esta noche, a las 21.00 horas, sobre el escenario del teatro Albéniz sus rancheras más emblemáticas que la han convertido en la embajadora de México. Musa de artistas como el escritor Juan Rulfo, el compositor Agustín Lara o los pintores Frida Kahlo y Diego Rivera, la intérprete de clásicos como Macorina , La Llorona , Somos o Luz de Luna pone en cada actuación todo su fuerza, sentimiento y amor porque, como ha comentado en varias ocasiones, «donde hay vida hay esperanza». A sus 85 años, Chavela Vargas está dispuesta a seguir dando guerra con su voz quebrada que todavía antoja un infierno de tequila y alcohol. «Sé que un día me voy a ir, pero por el momento desafío todo porque no he descubierto ni la mitad del mundo y me falta mucho por aprender», confesó recientemente la cantante, quien también expresó su deseo de morir sobre un escenario. Con ella se abre el festival Madrid EnCanto 2004 en el que, además de otra señora de la canción, María Dolores Pradera, participan Valderrama, Ariel Rot, David de María y Maritza.