
Agustín Enrique Gómez, de 50 años, pereció ayer al caer al mar la avioneta que pilotaba, frente a la costa del barrio de Añaza, en Tenerife. Los equipos de salvamento consiguieron rescatar con vida a su esposa, que lo acompañaba. Ambos habían despegado media hora antes del aeropuerto de Los Rodeos y tenían previsto dirigirse a El Aaiun, en un vuelo privado. El hombre, que trabajaba como bombero en el citado aeropuerto, era además instructor de vuelo. Al parecer, el accidente se debió a un fallo mecánico. El piloto intentó sin éxito realizar un amerizaje antes de que la avioneta -de tipo Cessna- quedara sumergida boca abajo.