El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, propondrá al Ministerio de Justicia el nombramiento de Juan Ignacio Campos como nuevo fiscal de Sala, jefe de lo Penal del Tribunal Supremo, en sustitución de Eduardo Torres-Dulce, cuya mandato acababa ahora. La propuesta no sentó nada bien en el sector conservador de la carrera fiscal. En un primer momento tenían previsto hacer público su malestar en una rueda de prensa a celebrar en el Pazo de Mariñán, aprovechando la inauguración de la Escuela de Verano del Ministerio Fiscal que presidió el Ministro de Justicia, pero se lo pensaron mejor y se limitaron a hacer pública una nota de prensa a través de la Asociación de Fiscales. Argumenta la asociación mayoritaria de la carrera fiscal que «con esta decisión el fiscal general del Estado ha vuelto a dar una muestra del sectarismo que caracteriza su política de nombramientos». Juan Ignacio Campos, nacido en 1950, ingresó en la carrera fiscal hace 27 años y estuvo destinado en Barcelona y Madrid, donde fue teniente fiscal. ?Formó parte de la secretaría técnica de la Fiscalía General en 1994 y desde 1996 se encuentra destinado en la Sala de lo Penal del Supremo. Otros nombramientos de los que el fiscal general dio cuenta en el Consejo Fiscal de ayer son los de Fiscal de ayer son los de Carlos Castresana Fernández y Paloma Iglesias Moreno como nuevos fiscales de la plantilla del Tribunal Supremo. Castresana, que fue el principal impulsor de proceso del caso Pinochet, se encuentra en el actualidad en comisión de estudios en el extranjero que se le acaba a finales de este mes. Su actual destino es la Fiscalía Anticorrupción. Paloma Iglesias desarrolla su labor en la Fiscalía de Madrid. La lista de nombramientos se completa con José María Lombardo como nuevo teniente fiscal Antidroga, Isabel Rodríguez como inspectora fiscal y José María Casadevall como fiscal jefe de Girona.