Ángeles Betancur es, ahí donde la ven, la feliz propietaria de Come Prima (Echegaray, 27, Madrid, tno. 914 203 042), antes La Bodeguita del Caco y antes aún Casa Mingo. El interiorismo originario pervive, aunque cambien los colores, que ahora son, según su gentil propietaria, verde-carruaje en la parte superior de las paredes y verde-bosque en la inferior. El restaurante posee una capacidad para 80 comensales en sus dos plantas, amén de un «privé» de 4 mesas. Ángeles, a la que conozco hace muchos años, conserva en sus ojos el mismo fulgor de antaño, su «tipito», su simpatía y una fuerte dosis de ingenuidad isleña que encandila en estos tiempos tan recelosos. Ella trabajaba sin meterse con nadie en la Shell de su ciudad natal, Las Palmas de Gran Canarias, hasta que se cruzó en su camino en archiconocido cantante Caco Senante, entusiasta cocinero amateur, se enamoraron, se vinieron a la Península y abrieron La Bodeguita del Caco, con cocina cubana y una clientela progre y entregada. La de ahora también le distingue con su entrega, aunque pertenezca mayoritariamente a un bando nada progre. «Y yo sigo siendo rojilla, ¿sabes?». -...Cuando abrimos La Bodeguita, Joaquín, yo no sabía nada de nada, pero daba lo mismo, porque la gente venía a ver a Caco. Cuando Caco me dejó por otra en el 92 (risas y risas), me quedé sola un par de años y tuve que aprender, de modo que hoy me considero una propietaria muy cualificada: llevo las cuentas y las facturas, la gestión y líos burocráticos, hago las compras y le doy todos los caprichos a mi jefe de cocina, el italiano Ángelo Culledo, que se empeña en estrenar un aperitivo distinto cada día. Y, siguiendo con la historia, el segundo año de mi «viudedad» se cruzó en mi camino el italiano Paolo, que actualmente es el dueño de Piu di Prima, y, bueno, «rehice mi vida con él» (risas y risas) y el restaurante se volvió italiano. Ahora ya no somos socios en nada, ni siquiera íntimo, pero nos llevamos bien, y lo mismo me pasa con Caco, que me ayudó a independizarme: él venía con su novia, yo le aguardaba con mi novio, y todo marchaba como una seda. Por cierto que Caco sigue teniendo aquí montones de discos y revistas antiguas, y de vez en cuando husmea por ahí. - Háblame del restaurante, Ángeles . -Tengo una clientela variopinta, empezando por Pablo Milanés o Joaquín Sabina, y muchos políticos de derechas. Son buenos clientes, afectuosos, pero van a lo suyo, hablan y hablan, y no se enteran de lo que se comen... ni de lo que beben, aunque, eso sí, casi todos se apunten al risotto con fungí porcini y otros platos estrella. Tengo famosos, desde Nati Abascal, que hace unos días celebraba aquí el cumpleaños de su hijo Luis, hasta Lolita, que también celebra cosas en Come Prima, y un bufete de abogados tipo Ally McBeal que me quiere y me come a besos.., tengo de todo.