
El aparato, en el que viajaban seis personas, se descontroló tras despegar desde una plaza de toros El líder del PP se fracturó un dedo y estuvo durante varias horas hospitalizado
01 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Aguirre, el cámara de televisión y el alcalde de Móstoles fueron los siguientes en salir. «Yo ya lo estaba viendo». El presidente del PP, Mariano Rajoy, se dirigió así a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, inmediatamente después de que ambos salieran sin daños graves tras impactar con el suelo el helicóptero en el que pretendían sobrevolar la ciudad de Móstoles. La frase indica que el presidente del PP dudaba de la seguridad de ese vuelo antes incluso de que comenzara. El aparato, perteneciente a las Brigadas de Seguridad Ciudadana de la Comunidad de Madrid (Bescam), había despegado apenas un minuto antes desde la plaza de toros de Móstoles. El objetivo del vuelo era comprobar la eficacia de esa unidad. Rajoy sufrió una fractura en el dedo medio de la mano derecha y una luxación en el dedo anular de la misma mano. Los traumatólogos le inmovilizaron los dedos con yeso. El presidente del PP, que reclamó ser dado de alta cuanto antes, permaneció toda la tarde en observación por orden facultativa y al cierre de esta edición permanecía hospitalizado. Esperanza Aguirre no sufrió ningún tipo de lesión y se incorporó a su despacho tras ofrecer una rueda de prensa. Junto a Rajoy y Aguirre viajaban el alcalde de Móstoles y un cámara de Antena 3, que sufrieron contusiones leves, además del piloto y el copiloto, que resultaron ilesos. Por causas todavía no aclaradas, el piloto perdió el control del helicóptero inmediatamente después de despegar y, tras sobrepasar el muro exterior de la plaza, cayó desde unos ocho metros de altura en unas dependencias anexas. El aparato quedó tendido de lado y con la cola rota, al igual que las aspas, que impactaron contra varios vehículos cercanos. Los escoltas de los dos políticos y los numerosos periodistas que observaron el suceso acudieron de inmediato a socorrer a los accidentados. El primero en salir del helicóptero por una ventanilla lateral, que tuvo que ser rota a puñetazos por los servicios de seguridad, fue Rajoy, y poco después lo hizo Esperanza Aguirre. Ambos se mostraron serenos aunque algo aturdidos y preguntaron de inmediato por el resto de ocupantes. «Podíamos habernos matado, pero no ha pasado nada. Tenamos que dar gracias a Dios», dijo Aguirre. Según explicó el secretario general del PP, Ángel Acebes, Rajoy le explicó que nada más despegar fue consciente de que el aparato iba a caer e intentó sentarse «lo mejor posible» para reducir el impacto. Todos los ocupantres llevaban puesto el cinturón.