El aparato cayó al suelo cerca del aeropuerto de Pamplona debido a la escasa visibilidad Un piloto logró salir de entre el fuselaje y pidió auxilio a un conductor que circulaba por la zona
07 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Dos personas perdieron la vida y otras cuatro heridas de consideración al estrellarse ayer por la tarde una avioneta cuando iba a tomar tierra en el aeropuerto de Noain, cerca de Pamplona. El piloto había recibido la autorización para aterrizar, pero el aparato «hizo maniobras extrañas y desapareció en las inmediaciones de la sierra de Alaiz», según explicó anoche el delegado del Gobierno en la comunidad foral, Vicente Ripa. La avioneta, perteneciente a la empresa Aerovalle, era un modelo Cesna 421 con matrícula es F-JAX, y había despegado poco después de las tres y media de la tarde del aeropuerto civil de Torrejón de Ardoz (Madrid). El aparato tenía previsto su aterrizaje a las 16.35 horas en el aeropuerto de Noain, en Pamplona, según informó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). En la nave viajaban seis personas, cinco hombres y una mujer. Por causas que se desconocen, pero que según las primeras pesquisas podrían estar relacionadas con la falta de visibilidad en la zona, el aparato se precipitó a tierra, contra las faldas del monte Chiquito, entre las localidades navarras de Zolina y Labiano. Momentos antes del siniestro, la torre de control de Noain había autorizado las maniobras de aproximación a la pista. A consecuencia del impacto perecieron dos de los viajeros del aparato, mientras que los otros cuatro resultaron heridos de consideración. Uno de los pilotos pudo salir por su propio pie de entre los restos del fuselaje y pudo llegar hasta una carretera cercana y pedir socorro a un automovilista que circulaba por las inmediaciones del lugar del accidente. Pasadas las 16.25 horas, el servicio navarro de emergencias envió un helicóptero y varias ambulancias al lugar, donde los facultativos sólo pudieron certificar la muerte de dos de los ocupantes del aparato siniestrado y atendieron los heridos, que fueron evacuados a diversos centros hospitalarios de Pamplona. El personal de la Delegación del Gobierno instaló un centro de coordinación de emergencias en las instalaciones hípicas de la localidad de Zolina, a donde se desplazaron el delegado del Gobierno y el consejero de Interior del Ejecutivo navarro, Javier Caballero. Este último destacó las dificultades para acceder al lugar donde cayó el aparato, «una zona escarpada, de difícil acceso, a la que se sólo se puede ir andando o en helicóptero».