El PP critica la falta de rotundidad ante las amenazas de Batasuna

P. Soto / P. Raduá VALENCIA / BILBAO

ESPAÑA

KAI FÖRSTERLING

El Gobierno asegura que los aberzales quedarán fuera de juego si no cumplen las reglas La decisión del juez Grande-Marlaska daña el proceso de paz, según las fuerzas vascas

27 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Ángel Acebes recriminó ayer al Ejecutivo y al fiscal general del Estado que no respondan «con rotundidad a la escalada de retos» planteada por Batasuna, y alabó el criterio del juez Grande-Marlaska -que el viernes optó por ampliar la imputación a Arnaldo Otegi y a otros siete miembros de la formación ilegalizada por amenazas terroristas-, que «en circunstancias complicadas», ha tenido el «coraje de dar la cara por la libertad, la democracia y el cumplimiento de la ley». El secretario general del PP, que participó en la convención municipal de su formación en Valencia, dijo que ETA tiene que «disolverse y pedir perdón». E instó al Gobierno a dejar claro a los etarras que lo que ellos llaman proceso de paz «nunca va a consistir en lo que pretenden». Además, señaló que las víctimas «siguen esperando esa justicia que sólo el estado de Derecho y la dignidad de una democracia que se respeta a sí misma pueden darles». Por eso mismo, echó en cara que se presente a Otegi como un «trabajador por la paz» cuando no es más que un «terrorista», dijo Acebes. Normas en democracia El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, salió al paso de las críticas de Batasuna por el modo en el que el Gobierno está gestionando el alto el fuego de ETA, y recordó en Sitges que en democracia hay unas normas a las que todos deben ceñirse. El máximo responsable de la lucha antiterrorista vino así a justificar la decisión del juez Grande-Marlaska. «Quien está fuera de juego ha de entender que hay unas reglas y que, si quiere estar en él -remarcó- tiene que cumplirlas». El mensaje no sólo vale para los componentes de la izquierda independentista, también es ampliable a las formaciones nacionalistas, PNV, EA y a Ezker Batua, que cuestionaron la actuación judicial. Rubalcaba no quiso extenderse en el tema, simplemente reclamó discreción a todos los actores políticos. Por su parte, el presiente del PNV, Josu Jon Imaz, reclamó ayer a la Audiencia Nacional que se «amolde a las circunstancias del momento actual en el que, dijo, hay motivos para la esperanza y la «consolidación de la paz». En una entrevista en RNE, Imaz calificó de «kafkiano» que el Gobierno inicie el diálogo con la banda terrorista ETA en unas semanas, mientras los dirigentes políticos de Batasuna reciben una citación judicial.