El aeropuerto de Barajas sólo permite fumar en 28 espacios aislados y claramente delimitados
ESPAÑA
?l cigarrito con el que superar la tensión de un largo vuelo está al borde la extinción o, por lo menos, claramente acotado. El aeropuerto de Barajas sólo permite fumar a partir de hoy en veintiocho puntos de fumadores claramente delimitados, cuyo número se ha reducido y se han convertido en espacios cerrados, que no resultan del agrado de muchos consumidores por su tamaño y el humo que se acumula. La ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo entró en vigor el pasado 1 de enero y dio un plazo de ocho meses para que restaurantes y otros lugares de ocio cerrados, con una superficie superior a los cien metros cuadrados, hicieran obras para separar físicamente las zonas libres de humo. En los establecimientos en los que no se haga esa separación no estará permitido fumar en ningún punto. En cumplimiento de la ley, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) no deja fumar en ninguno de los aeropuertos de su red, excepto en los de Madrid, Alicante y Málaga, cuyos puntos de fumadores se han modificado en los últimos días, con el fin de adaptarse. En el de Barajas, sólo se podrá fumar en dichas áreas, cuyo número se ha reducido más de la mitad en las terminales 1, 2 y 3, y no está permitido encender un pitillo en ningún otro lugar, incluidas las cafeterías.