El presidente del PNV recuerda que la consulta no es «un arma arrojadiza» entre los grupos El líder nacionalista asegura que la iniciativa podría ser un nuevo plan de ETA
15 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, considera que la realización de una consulta ciudadana en Euskadi, «planteada como un escenario de acumulación de fuerzas para una confrontación política, es muy discutible y, desde luego, contraria a la posición del PNV». Esta afirmación está contenida en un artículo de opinión de Imaz publicado ayer por varios diarios vascos, un mes después de que el lehendakari, Juan Jose Ibarretxe, reiterara en el Parlamento Vasco su determinación de llevar a cabo, dentro de esta legislatura, una consulta a la ciudadanía sobre el futuro de Euskadi. Imaz sostiene, incluso, que en las condiciones actuales esta consulta sería «más grave», porque podría ser «el plan al que se acoja una ETA, que declara un alto el fuego permanente, como los anteriores, esperando que la misma se lleve a cabo». «¿Qué pasaría el día después si no hubiera acuerdo político con el Estado?», se pregunta el presidente del PNV. «Visto lo visto en los últimos años -reflexiona a continuación-, no hace falta ser adivino para imaginar a ETA matando en nombre de la defensa de una presunta voluntad popular no atendida. La consecuencia de todo ello puede ser diabólica. No en nuestro nombre», advierte. Acuerdo de los partidos Imaz sustenta la argumentación de su artículo en el «espíritu y la letra» del documento sobre la pacificación aprobado por el PNV en octubre del 2005. Esta declaración defiende la necesidad de un acuerdo político entre vascos «para alcanzar en Euskadi mayorías superiores a las que obtuvo el Estatuto de Gernika» y un posterior pacto con el Estado para que este acuerdo superara la tramitación en Cortes «en su integridad», un paso al que «lógicamente sigue el referéndum de ratificación por la ciudadanía vasca». De este forma, se cumplen, según Imaz, tres principios: el respeto a la voluntad democrática de los vascos, el respeto a la pluralidad política de la sociedad vasca y el principio de legalidad en base al marco jurídico vigente. La consulta, recuerda el presidente del PNV, citando textualmente el acuerdo adoptado en su día por su partido, «es el resultado de un proceso, no es de ningún modo un arma arrojadiza, ni una excusa de los partidos para delegar en la sociedad la obligación que tienen de trabajar y lograr un acuerdo». Imaz insiste en que la consulta «tiene un previo: el acuerdo», por lo que el referéndum será «la ratificación del mismo y en las circunstancias actuales, esta condición de acuerdo previo e integración es el mínimo exigible. Porque no podemos olvidarnos que, aunque no nos guste, ETA está ahí». El dirigente nacionalista reconoce que la banda terrorista «va a marcar la agenda, nos guste o no», y sostiene que «en estos momentos en que ha tomado la decisión de violentar la democracia en Euskadi, la prioridad es hacerle frente». La primera medida «no debe ser otra que la eficacia policial», ya que en las circunstancias actuales, «sólo su acción y la deslegitimación son los caminos que nos permiten trabajar por la paz y la libertad en Euskadi».