Los obispos replican a Zapatero que la Iglesia no impone la fe a nadie
ESPAÑA
El jefe del Ejecutivo dijo que algunos hacen demagogia con Educación para la Ciudadanía El arzobispo de Toledo opina que la nueva asignatura es un atentado a la libertad
23 jul 2007 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, respondió ayer al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que la Iglesia católica no pretende imponer la fe a nadie, y defendió el desarrollo del derecho a la libertad religiosa. Blázquez replicó así a unas palabras de Zapatero en las que, en la clausura del 23.º Congreso de las Juventudes Socialistas, defendió el domingo el valor de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y aseguró que el rechazo a esta disciplina demuestra «hasta qué punto se puede intentar hacer demagogia y no entender cuál es el auténtico patriotismo». En este sentido, advirtió de que «ninguna fe puede imponerse en las leyes» porque en un sistema democrático caben todas las opciones y creencias, e insistió en los valores de una sociedad aconfesional y laica para garantizar la pluralidad y la tolerancia. Blázquez asistió ayer al desayuno informativo en el que compareció la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, quien, en torno a este mismo asunto, subrayó que «no cabe la objeción» a la asignatura de Educación para la Ciudadanía y acusó a quienes defienden esa opción de «confundir a la gente» y «faltar a la verdad». Al término de ese desayuno, el presidente de la Conferencia Episcopal no quiso hacer comentarios sobre las palabras de la vicepresidenta, pero sí los realizó a lo dicho el día anterior por Zapatero. Frente a ellas, Blázquez remitió al mensaje de Juan Pablo II lanzado en Madrid durante su último viaje a España, subrayando que «la fe se propone, la fe no se impone». «Eso es lo que pensamos los católicos, y nosotros no queremos imponer la fe a nadie», dijo Blázquez antes de subrayar que la Iglesia católica está «muy de acuerdo» con la declaración de Estado aconfesional recogida en la Constitución española. «Y es aconfesional para que creyentes y no creyentes, de una religión y de otra, podamos desarrollar la libertad religiosa a la que tenemos derecho», valoró. Por su parte, el cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, fue más allá y ayer criticó que el Estado pretenda «imponer» a todos los ciudadanos una formación moral a través de esa asignatura, un «atentado a la libertad» que es «incompatible con la fe cristiana», según dijo. El arzobispo declaró que el Estado «no puede» imponer a los ciudadanos una formación moral «que no haya sido elegida por ellos mismos», y se preguntó cómo reaccionaría la sociedad si se implantara la formación moral católica obligatoria. Añadió que la nueva asignatura «debe respetar el derecho fundamental de los padres, que implica que ellos puedan elegir la formación moral que quieran para sus hijos». «Los padres deberán recurrir a todos los medios legítimos a su alcance» para que no se imponga a sus hijos una formación moral, aseguró, y entre esos medios incluyó la objeción de conciencia, un «medio tan legítimo como cualquiera» para defenderse «frente a una violación de los derechos humanos fundamentales».