La dirección de Unió Democràtica evitó ayer replicar al secretario general adjunto de Convergència, Felip Puig, que apostó por colocar a un soberanista como número dos de CiU al Congreso, y se limitó a comentar irónicamente que la «paciencia» de Josep Antoni Duran i Lleida es «franciscana».
Así lo expresaron fuentes del comité de gobierno de la formación socialcristiana, que rehusaron entrar al trapo en esta cuestión, pese a que en Unió no gusta nada la idea de que la persona que CDC debe designar como número dos en la lista de CiU al Congreso de los Diputados, por detrás de Duran i Lleida, tenga un perfil marcadamente soberanista.
Compensar la «moderación»
Después de que el pasado martes Duran se presentara ante un grupo de empresarios catalanes como la cara más moderada de CiU, ayer Puig apostó por compensar la «moderación» del cabeza de lista y líder de Unió con un número dos por Madrid de «marcado perfil soberanista».
Desde Unió se interpreta que, detrás de estas declaraciones, puede haber un interés de Felip Puig por optar a ocupar el segundo puesto en la candidatura electoral, aunque el propio secretario general adjunto de CDC prácticamente se autodescartó ayer.