UN hacker cuela un mensaje en la nueva web del candidato del PP: «Eh, molo mil».
21 dic 2007 . Actualizado a las 10:25 h.La Chica de ayer, de Nacha Pop; La democracia en América; de Tocqueville; El Abuelo, de Garci, y un MacBook. Este extraño potaje aparece en el despacho de Rajoy, una de las secciones de la nueva página que el candidato popular estrenó ayer en Internet.
A la web se entra directamente tecleando www.pp.es y permite acceder a sus discursos más destacados, al programa político y fotografías de sus mítines, que más adelante se podrán seguir en directo a través de Rajoy TV. Una réplica virtual de su oficina permite conocer un poco más al presidente del PP. Al pasar el ratón aparece una selección de sus gustos cinéfilos -Tesis, Regreso al futuro-, musicales -el Every breath you take, de Police y With a little help from my friends, de los Beatles- o literarios -La catedral del mar, de Ildefonso Falcones; La historia de España desde el arte, de Fernando García de Cortázar-.
En otro apartado, titulado De cerca, el candidato se presenta: «Me llamo Mariano Rajoy y nací en Santiago de Compostela. Mis padres vivían en Piedrahíta (Ávila), pero mi madre quiso que naciera en Galicia». Intercaladas con fotos de su infancia y actuales hay confesiones nunca imaginadas: «A pesar de las gafas, que en aquella época me acomplejaban, formé parte del equipo de baloncesto del colegio». «Soy mucho más campechano de lo que la gente se cree. Me gusta comer bien y donde estén unas buenas tapas, pintxos (sic) y platos de cuchara que se quite lo demás». Rajoy aparece con Pedro Delgado, con su mujer, con un perro -«me gustaría tener uno en casa, pero vamos a esperar a que los niños sean mayores»-, con la camiseta del Dépor...
La web incluye enlaces a redes sociales como YouTube, Flickr y Facebook, y un contador de los días que faltan «para eliminar el canon digital», una de las promesas electorales de su partido. Pero los guiños tecnológicos no impidieron que ayer, durante unos minutos, un hacker se infiltrase en la página y dejase un mensaje subliminal justo al lado de la foto de Mariano: «Eh, molo mil».