Las asociaciones de jueces coinciden al criticar la «utilización política» de la marcha.
27 ene 2008 . Actualizado a las 01:52 h.El 'lehendakari' Ibarretxe encabezó este sábado la manifestación que recorrió el centro de Bilbao para protestar por la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a Juan María Atutxa por no disolver en su día el grupo parlamentario de Batasuna. Decenas de miles de personas secundaron el llamamiento a la movilización formulado por los partidos del Gobierno vasco y apoyada por Aralar y se manifestaron esta tarde por las calles de Bilbao a favor de las instituciones vascas. El acto fue duramente criticado por PP y PSE y por las asociaciones de jueces que coincidieron al denunciar la actitud del tripartito y su ataque a la justicia.
Una pancarta con el lema «En defensa de nuestras instituciones» y portada por ciudadanos anónimos abrió la marcha que arrancó poco después de las seis de la tarde en la Plaza del Sagrado Corazón de Bilbao. Miles de personas abarrotaron la plaza y recibieron con aplausos, abrazos y gritos de ánimo a los tres condenados por el Supremo, Juan María Atutxa, Gorka Knorr y Conchi Bilbao que, por momentos, vieron cómo les superó la emoción lo que les obligó a enjugar alguna lágrima.
Juntos a ellos se situaron los partidos convocantes con sus líderes Iñigo Urkullu, Unai Ziarreta y Javier Madrazo al frente; los tres 'lehendakaris' de la democracia, Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe; el Gobierno vasco en pleno, la presidenta del Parlamento autonómico, Izaskun Bilbao; los diputados generales de Vizcaya, Alava y Guipúzoca, José Luis Bilbao, Xabier Aguirre y Juan María Olano; y alcaldes y concejales del tripartito como el de Bilbao, Iñaki Azkuna.
La manifestación transcurrió sin incidentes y en silencio, roto sólo por aplausos, y terminó hora y media después de su inicio en el Arenal bilbaíno, junto al casco viejo de la ciudad con la lectura de un manifiesto y las palabras de saludo y agradecimiento de los tres condenados.
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu agradeció la respuesta dada por la sociedad en un día que calificó de «especial y significativo para toda una generación que peleó por recuperar unas instituciones». «Esas instituciones -añadió- están siendo afectadas por una intromisión y una injerencia desde el mundo de altas instancias de la judicatura a la hora de hacer política y no respetando esas instituciones y su autonomía».
El presidente de EA, Unai Ziarreta fue un paso más lejos y ligó lo ocurrido en el 'caso Atutxa' con el próximo enjuiciamiento de Ibarretxe y los socialistas Patxi López y Rodolfo Ares por dialogar con Batasuna. En su opinión, «hoy existe el riesgo más que evidente de que el lehendakari, la máxima autoridad institucional de este pueblo, sea sentado en el banquillo de los acusados». «Entendemos que ha llegado el momento de decir !basta!», exclamó.
El coordinador general de Ezker Batua, Javier Madrazo centró sus críticas en el socialista Patxi López, la popular María San Gil y EHAK por dar la espalda a la convocatoria. «Han mostrado -dijo- su verdadero rostro humano y político» al «descalificar» una manifestación «que cuenta con el respaldo de la mayoría» de la sociedad vasca y al «negarse con su presencia a mostrar públicamente un gesto humano de apoyo y solidaridad a compañeros con los que comparten y conviven todos los días en el Parlamento vasco y que han sido injustamente condenados por defender la autonomía del Parlamento».
Desproporción
Las asociaciones de jueces y magistrados aparcaron por un día sus diferencias y coincidieron al rechazar la manifestación de Bilbao.
El portavoz de la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura, Antonio García afirmó que la convocatoria es «desproporcionada» y supone una «utilización política». García aclaró que el Tribunal Supremo «no ha condenado a un Parlamento, una cámara y un autogobierno» como mantienen PNV, EA y EB sino a personas concretas que desobedecieron a la justicia. Con «toda rotundidad» aclaró que la manifestación y las reacciones del tripartito son «pura y dura demagogia y manipulación».
En la misma línea se expresó el portavoz de Jueces para la Democracia. Jaime Tapia apuntó que la manifestación «trasmite» a la sociedad una sensación de «desigualdad» dado que los ciudadanos de a pié no tienen la misma «capacidad de convocatoria» y respuesta ante «decisiones que les son contrarias».