El Gobierno reconoció ayer que la medida anunciada por Zapatero de que en caso de que gane las próximas elecciones generales devolverá a cada contribuyente 400 euros a través del IRPF puede tener un efecto negativo sobre la inflación. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, admitió que se generarán «suaves efectos inflacionistas» al aplicar esa devolución, pero a su juicio esa consecuencia perversa es preferible «a que la tasa de crecimiento de la economía descienda de forma fuerte» debido a un retroceso del consumo. Sin embargo, el titular de Trabajo explicó que la «razón de fondo» de la devolución es ayudar a las familias a hacer frente precisamente al repunte de los precios y al impacto de la crisis crediticia originada por las hipotecas subprime estadounidenses. Caldera negó que se trate de una medida improvisada y aseguró que el Gobierno se había planteado ese compromiso desde «hace tiempo». El dato de superávit «extraordinariamente positivo» es el que animó finalmente a Zapatero a poner en marcha la propuesta, según el ministro.
Justificó el hecho de que quienes ingresan menos de 9.000 euros no perciban los 400 euros prometidos asegurando que «son muy pocos» los que no hacen declaración de la renta por tener nóminas tan bajas y además reciben otro tipo de ayudas. En lo que respecta a los autónomos, dijo que en principio no entrarán en la medida, si bien «hay que estudiar la situación».
Todo indica, sin embargo, que tras las últimas protestas el Gobierno acabará incluyendo también a los autónomos. El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, explicó ayer que aunque en el «concepto inicial» no se planteaba devolver también los 400 euros a los autónomos, ahora esa posibilidad sí está «encima de la mesa» y se concretará cuando se ponga en marcha la ley.
Durante la presentación de los candidatos del PSOE por Madrid, el presidente Zapatero insistió en que la medida contribuirá a crear empleo y ayudará a asalariados y pensionistas a afrontar su capacidad adquisitiva. «Si es buena para estas cosas, ¿por qué no le gusta al PP?», se preguntó, al tiempo que criticó a los populares por decir que el PSOE ha «comprado votos». «Vaya consideración que de su propio voto y de su propia conciencia tiene aquél que dice que los ciudadanos pueden vender su voto por 400 euros», concluyó Zapatero.