Los deseos del Gobierno de acelerar las negociaciones para reformar la financiación autonómica no parece que tengan muchas posibilidades de éxito. La propuesta de Solbes no cosechó ayer más que calabazas. Para el Partido Popular, «da prioridad a unas comunidades autónomas frente a otras» y sugiere que no garantiza la suficiencia financiera a todas las autonomías porque los mecanismos de solidaridad no están determinados. El PP reclama una buena dotación para el fondo de suficiencia a fin de que los territorios con menor capacidad fiscal puedan cubrir sus necesidades de gasto. Este es, precisamente, uno de los caballos de batalla de la negociación autonómica y el que divide a las comunidades con mayores recursos de las que tienen menos.
En un comunicado, el PP responde a las acusaciones de Blanco y le recuerda que el actual modelo fue aprobado «por unanimidad», incluidas las seis comunidades que en el 2001 gobernaban los socialistas (Andalucía, Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha, Baleares y Asturias). Añade que si ahora se considera que está obsoleto es por «el fracaso del modelo económico» que implantaron los socialistas en el 2004.
CiU emplaza a Montilla
El secretario general adjunto de Convergencia Democrática, Felipe Puig, negó que su formación se haya radicalizado. No obstante, obvió las acusaciones de José Blanco y se centró en el líder de los socialistas catalanes, José Montilla, a quien emplazó a «que diga claramente si defenderá hasta el final la negociación presupuestaria o si por el contrario cederá a las presiones de Madrid».
Felip Puig se mostró convencido de que «después del 9 de agosto el nuevo momento clave de la financiación es con los Presupuestos, esta es la última esperanza para conseguir la financiación que Cataluña necesita para reducir su déficit fiscal». Añadió que «ha llegado la hora de pasar de las proclamas y de las declaraciones catalanistas para aplicar la defensa firme ante los problemas de Cataluña, si hace falta enfrentándose al PSOE». Por ello, pidió al PSC «que no abandone el consenso y que entienda que la negociación de los Presupuestos es la llave que ha de abrir la financiación».