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La cúpula de Gestoras Pro Amnistía, condenada por pertenencia a ETA

Alfonso Torices

ESPAÑA

El tribunal argumenta que se dedicaba a controlar a los presos siguiendo las órdenes de la banda terrorista

18 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La Audiencia Nacional ordenó ayer la disolución de Gestoras Pro Amnistía, la organización de apoyo a los presos de ETA, y condenó a 21 de sus principales dirigentes a penas de 8 a 10 años de cárcel por un delito de integración en organización terrorista. Los magistrados absolvieron a seis de los procesados, a tres porque el fiscal retiró la acusación contra ellos por falta de pruebas y a los otros tres porque la sala no encontró elementos para imputarles pertenencia a Gestoras.

La Sección Cuarta de lo Penal, después de tres meses de deliberaciones, declaró asociaciones ilícitas tanto a Gestoras como a su sustituta desde el 2001, Askatasuna, por considerar que son «organizaciones terroristas» que actúan «bajo la dependencia y las órdenes» de ETA y que contribuyen de forma coordinada al fin último de la banda criminal, que es «subvertir el orden constitucional y derrocar a España en el territorio del País Vasco».

La sentencia señala que Gestoras y Askatasuna tenían como principales encargos de ETA controlar y garantizar la obediencia a la banda de todos los presos y huidos de la organización y crear en el País Vasco el clima social necesario para mantener el apoyo a la organización terrorista, justificar la persistencia de sus atentados y asesinatos y facilitar la regeneración de los comandos con nuevos adeptos con la conversión de los terroristas detenidos o muertos en «héroes».

Dentro de esta estrategia terrorista, Gestoras era desde el 2005 la punta de la lanza de la campaña alde memendik (fuera de aquí), destinada a lograr el aislamiento social de las fuerzas de seguridad del Estado y de los militares, y la organizadora de las ruedas de prensa, comunicaciones internacionales, manifestaciones o jornadas de lucha que denunciaban la tortura a los etarras detenidos, las supuestas vejaciones en las cárceles y la presunta persecución sistemática.

Pese a todas las funciones que los magistrados consideran que la banda «ha delegado» en Gestoras, entienden que no hay pruebas de que la organización coordinara las actuaciones de la violencia callejera ni que contribuyera de manera directa a la captación de nuevos miembros de ETA.

Tres referentes

La sentencia reserva las tres mayores condenas, diez años de cárcel, para los dos principales portavoces de Gestoras, Juan María Olano y Julen Zelarain, y para el miembro de su dirección nacional Aitor Ángel Jugo. El tribunal no les impone penas de 13 años de cárcel, como pidieron todas las acusaciones, porque cree que no son dirigentes de ETA y que solo se limitaban, como los demás, a ejecutar órdenes de la banda.

El tribunal cree que «no estaban en un plano diferente y superior que el resto» de los condenados, pero eran los que «marcaban las pautas», los que tenían «mayor predicamento», los «referentes». Por ese motivo, los diferencian del resto de los 18 condenados, a los que imponen penas de ocho años.

El tribunal ordenó el encarcelamiento de Olano, Zelarain y Jugo (en paradero desconocido) y de otros diez condenados para evitar su fuga mientras esperan a que el Supremo resuelva los recursos que presenten sus abogados. A los ocho restantes no pudo encarcelarlos porque ya han cumplido la mitad de la pena en prisión provisional.