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España, segunda patria de la Camorra

ESPAÑA

La organización criminal buscó refugio en el litoral mediterráneo, desde donde, según alguna acusación, ha impulsado el desarrollo urbanístico de la Costa del Sol

08 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Que España se ha convertido en los últimos decenios en el refugio predilecto de las distintas mafias italianas y muy especialmente de la Camorra napolitana es una realidad constatada a nivel policial y judicial que avalan casi a diario las detenciones en nuestro territorio de cualificados miembros de estas organizaciones criminales.

Roberto Saviano, un joven filósofo y periodista italiano que se ha convertido en el Salman Rushdie de la Camorra desde que se le ocurrió la idea de publicar Gomorra , lo repite hasta la saciedad cada vez que le ponen un micrófono por delante. Según él, los capos se refieren a España como «Terra Nostra» y a la costa mediterránea, donde la mayoría cuentan con lujosas mansiones, como «Costa Nostra».

Conchita Sannino, una periodista experta en temas de corrupción, afirmaba recientemente en un artículo de fondo publicado en el prestigioso diario italiano La Repubblica que el desarrollo urbanístico de la Costa del Sol está íntimamente relacionado con la Camorra napolitana, «con el beneplácito de los políticos locales», precisaba. La periodista cita una conversación intervenida por la policía italiana en la que definen a España como «un lugar tranquilo para vivir».

Por su parte el general Gaetano Maruccia, a raíz de la reciente detención en Barcelona de Salvatore Zazo, el jefe del clan Mazarella -al que también pertenecían Michele Riccardi y su yerno Gennaro Quintiliano afincados en Málaga y que fueron detenidos esta misma semana en un tren cerca de Nápoles y en el aeropuerto malagueño- declaraba que la Península Ibérica se había convertido en uno de los lugares favoritos de la organización criminal napolitana, no solo para vivir, sino también para desarrollar sus actividades ilícitas. Aseguraba el jefe del Comando General de los Carabinieri de Nápoles que «La Camorra y los carteles colombianos trabajan juntos en España».

Beses logísticas

Explicaba Gaetano Maruccia que «el crimen organizado napolitano ha creado bases logísticas en algunas de las principales ciudades españolas, tiene allí numerosos fugitivos de peso y cuenta con una amplia red de colaboradores de la criminalidad local e hispanoamericana».

Los datos que manejan los servicios policiales españoles así lo corroboran. La última Memoria de situación del crimen organizado en España, elaborada por la Guardia Civil, analiza un total de 210 grupos criminales. Entre ellos aparecen 15 italianos integrados por un total de 58 miembros.

A nivel territorial, la memoria señala la presencia de delincuentes organizados de esa nacionalidad en Almería, Algeciras, Alicante, Ávila, Barcelona, Burgos, Cáceres, Cádiz, Castellón, Ceuta, Ciudad Real, Córdoba, Cuenca, Gerona, Granada, Guadalajara, Huelva, Huesca, Jaén, A Coruña, Lérida, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Ourense, Pontevedra, Segovia, Sevilla, Tarragona, Toledo, Valencia, Valladolid, Vizcaya y Zaragoza.

La Camorra en España no solo aparece vinculada al tráfico de drogas y el blanqueo de capitales. Su presencia se ha dejado sentir también en los atracos a bancos y el robo de relojes de alta gama, tipo Rolex, sobre todo en Ibiza y Formentera.

Según estimaciones de fuentes judiciales, a finales de los años noventa, el censo oficioso de mafiosos italianos afincados en España sobrepasaba ampliamente el medio millar. Las mismas fuentes explican que a esta proliferación contribuyó, en buena medida, la política judicial de la fiscalía de la Audiencia Nacional en la era Fungairiño.

El entonces fiscal jefe se oponía sistemáticamente a la extradición de mafiosos solicitada por Italia alegando que en España no existe el delito de asociación mafiosa ni la posibilidad de condenar a un reo en rebeldía. Una sentencia del Tribunal Constitucional de principios de este siglo puso las cosas en su sitio. Desde entonces España ha dejado de ser el refugio seguro de otros tiempos.