El hasta ahora ministro de Justicia ha cedido ante la presión de la oposición, a la que también se han sumado algunos líderes socialistas.
23 feb 2009 . Actualizado a las 15:57 h.Mariano Fernández Bermejo se ha convertido hoy en el primer ministro de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero que se ha visto obligado a dimitir por una importante controversia política y ante la presión de la oposición, a la que, en cierta medida, se ha sumado la de los propios socialistas.
A una semana de las elecciones vascas y gallegas y apenas quince días después de que saltara a los medios de comunicación la participación de Bermejo en una cacería junto al juez Baltasar Garzón, el hasta ahora ministro de Justicia ha anunciado su dimisión, aceptada por Zapatero.
La dimisión obligará al presidente del Gobierno a llevar a cabo la primera remodelación de su segundo gobierno, que tendrá que hacer cuando todavía no se ha cumplido un año de legislatura. Durante los dos mandatos de Zapatero, sólo Bermejo y Jose Bono, entonces ministro de Defensa, han dimitido por motivos que no estaban relacionados con la renuncia al cargo para concurrir a unas elecciones. Bono dimitió el 7 de abril de 2006 y alegó que la decisión respondía a su deseo de abandonar la «actividad política» y dedicarse a su familia. Sin embargo, dos años después sí aceptó presidir el Congreso de los Diputados.
Para presentarse como candidatos a unas elecciones, renunciaron a sus respectivos cargos otros ministros como Juan Fernando López Aguilar, quien precisamente fue el que cedió la cartera a Bermejo para aspirar a la Presidencia canaria, o José Montilla, entonces titular de Industria, que lo hizo para presidir la Generalitat de Cataluña.
Con su renuncia, Bermejo se convierte en el duodécimo ministro de los gabinetes de Zapatero que sale del Gobierno por distintas causas.
Además de Bono, López Aguilar y Montilla, los ministros que dejaron el Gobierno de Zapatero son José Antonio Alonso, María Jesús Sansegundo, Jesús Caldera, Carmen Calvo, Jordi Sevilla, Cristina Narbona, María Antonia Trujillo y Joan Clos.