Dirigentes del partido dicen que la estrategia política del presidente valenciano fue «penosa, muy tibia y ambigua»
16 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Los abogados de Francisco Camps y de Ricardo Costa han convencido a la dirección del PP de la inocencia de sus representados. El coordinador de la estrategia del partido opositor en el caso Gürtel, Federico Trillo, ha informado a la cúpula de que existen muchas posibilidades de que la causa que tramita el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana sea archivada, al menos, en la parte que afecta a los dos aforados investigados. Con estos datos, Mariano Rajoy decidió no expedientar a Camps y a Costa a pesar de su imputación, aunque suponga una contradicción con lo que hizo en el caso de los aforados imputados en Madrid.
«Son dos casos muy distintos», dice la versión oficial del PP sobre los procesos que se siguen en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y de la Comunidad Valenciana, ambos relacionados con el entramado corrupto de Francisco Correa.
La compleja distinción que hace la dirección popular no solo se refiere a los delitos y a su gravedad, sino también al procedimiento judicial. Los distintos portavoces trataron de establecer una doctrina de aplicación o no de suspensión de militancia de los dirigentes afectados hasta que, con la imputación de Camps y Costa, se encontraron ante el dilema de tener que expedientarlos, como hizo la comisión de garantías y conflictos con los aforados de Madrid imputados en el caso Gürtel.
Federico Trillo explicó que los valencianos han sido llamados a declarar como imputados porque, según el procedimiento abreviado que se sigue, no tienen otra posibilidad de hacerlo si no es en tal condición. Sin embargo, argumenta que sí existe un auto de imputación de los aforados por el TSJM, aunque no haya tal documento explícito sino que el tribunal dictó una resolución por la que se impuso una fianza civil a dos de ellos tras su declaración. «El tribunal de Valencia dice: 'Llámense a declarar'», explica Trillo, «y no los puede llamar ni como parte ni como testigo». El abogado y portavoz de Justicia del PP sostiene que si el TSJCV encontrara indicios de delito en la actuación de Camps y Costa habría dictado un auto de imputación.
En definitiva, lo que trata de hacer el PP es ganar tiempo, a la espera de que el procedimiento judicial avance para que, como les adelantó Trillo, se demuestre la inocencia de Camps. Pesa sobre los populares la experiencia del caso del Lino que amargó la campaña electoral al Parlamento Europeo de Loyola de Palacio aunque, finalmente, la causa fue archivada. Las fuentes consultadas que defienden la negativa de Rajoy a expedientar al presidente valenciano antes de que se conozca la sentencia también recuerdan que Jaime Ignacio del Burgo fue desalojado de la presidencia de Navarra por un escándalo que quedó en nada.
Honda preocupación
Pero existe una honda preocupación en el partido por la respuesta política que ha dado el presidente valenciano a esta crisis y que muchos consideran inadecuada. «La estrategia de Camps ha sido penosa, muy tibia y ambigua», apunta un dirigente en coincidencia con análisis similares de colegas de la dirección.
Acusan a Camps de escudarse en el silencio, aislarse de los medios de comunicación y ofrecer tan solo comentarios poco convincentes y nada sinceros sobre las acusaciones que pesan sobre él. Le reprochan, sobre todo, que no haya confesado desde el principio su amistad con Álvaro Pérez, el Bigotes, ni presentado pruebas determinantes de que pagó los trajes que compró en Forever Young. «Lleva una estrategia judicial que puede ser acertada, pero la respuesta política ha sido nefasta», apunta una fuente del PP valenciano.
Desde este punto de vista, la dirección popular aguarda esperanzada la declaración judicial del presidente valenciano y del número dos de su partido el próximo martes.