El Ministerio del Interior realiza traslados de dirigentes presos de la ilegalizada Batasuna para avivar la disensión en el aparato político de la banda
04 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El Ministerio del Interior ha dado un salto cualitativo en su estrategia de traslados de destacados presos de ETA para avivar la disensión dentro de la organización terrorista. Por primera vez, ha comenzado a mover a importantes dirigentes de la ilegalizada Batasuna con el objetivo de mermar su influencia dentro de los centros y, sobre todo, tratar de abrir una brecha en el denominado aparato político de la banda.
Los presos escogidos para esta nueva ofensiva encaminada a debilitar el frente de makos son dos de los pesos pesados dentro de la coalición proscrita, Pernando Barrena y Juan José Petrikonera, los dirigentes que junto a Arnaldo Otegi representaron a Batasuna en la entrevista institucional en Ajuria Enea con el entonces lendakari Juan José Ibarretxe en abril del 2006.
Ambos han sido desplazados a cárceles limítrofes del País Vasco, pero los responsables penitenciarios niegan de forma tajante que se trate de acercamientos a modo de premio, sino de «movimientos estratégicos muy meditados». Petrikorena, que se encuentra a la espera de juicio como miembro de la nueva Mesa Nacional de Batasuna, fue trasladado en junio desde la cárcel coruñesa de Teixeiro a la de Logroño. En el penal gallego, el ex jefe de prensa y sombra de Otegi durante los últimos años estaba acompañado por otros 16 etarras, algunos de perfil muy duro como Irantzu Gallastegi, novia y madre de la hija del ex jefe del aparato militar Francisco García Gaztelu Txapote , asesino de Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica. Interior optó por sacar al dirigente de Batasuna de ese ambiente para llevarlo a la cárcel riojana, donde solo hay otros cinco etarras y con un perfil mucho menos beligerante. En la prisión riojana, Interior busca sobre todo que comparta horas de patio con Iñaki Arakama Mendía, Makario , uno de los ex jefes de ETA y ahora enrolado en la disidencia. La suya será una «influencia muy positiva», entienden los expertos de Interior, para un personaje como Petrikorena, gran fontanero de Batasuna tras su ilegalización y unos de los dirigentes que intervino en la operación de convertir en el 2005 al Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) en «instrumento» del partido ilegalizado.
Makario, que fue sancionado por ETA en el 2005 por apartarse de la disciplina de la banda cuando se encontraba en el penal de Puerto de Santa María, en Cádiz, fue llevado a Logroño el pasado mes de mayo a modo de recompensa tras su labor en la cárcel de zaragozana de Zuera, el gran laboratorio de la disidencia y por la que pasó por decisión de Interior para potenciar entre otros internos la ruptura con la banda.
Otro movimiento estratégico es el envío de Barrena desde la cárcel de Mansilla, en León, al penal cántabro de El Dueso. Barrena compartió con Otegi la portavocía de Batasuna y fue referente durante la última década de la formación ilegalizada en Navarra. Está considerado como uno de los pesos pesados de la mesa nacional. En Mansilla, Barrena compartió cárcel con otros 15 etarras, entre ellos algunos jóvenes pistoleros «muy influenciables», según fuentes penitenciarias.