Los dos expertos del Centro Internacional de Desminado (CID) en la zona todavía no han emitido su informe oficial sobre la bomba usada en el atentado, aunque responsables de Defensa avanzaron ayer que probablemente se trate de una «gran mina anticarro de serie modificada» para cebarla aún con más explosivo.
La hipótesis de trabajo de los artificieros es que probablemente la bomba, escondida bajo tierra en una lateral del camino, se activó por presión y contenía más de 20 kilos de explosivos. Una potencia incluso superior a la mina que el pasado 7 de octubre costó la vida al cabo Cristo Ancor Cabello y causó heridas a otros cinco militares españoles en las proximidades de Syah Washan.
Las conclusiones de esa investigación serán remitidas al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, de guardia esta semana, que ha abierto un sumario por terrorismo por el asesinato del soldado hispano-colombiano. Pedraz, como primera diligencia, autorizó la autopsia al cadáver de John Felipe Romero Meneses.