El cisma en el Consejo del Poder Judicial provoca el cese de un vocal por el «mercadeo» en los nombramientos
ESPAÑA
La dimisión del vocal José Manuel Gómez Benítez como miembro de la comisión de calificación del Consejo General del Poder Judicial ha generado un cisma en el gobierno de los jueces. Gómez Benítez, vocal nombrado a propuesta del PSOE, presentó su renuncia el lunes tras denunciar que los sectores progresistas y conservadores se intercambian los nombramientos de los altos cargos de la cúpula judicial. Las graves acusaciones cayeron como una losa en el seno del Consejo y acentuaron la división existente entre los consejeros progresistas, que han visto como el caso Garzón, al que antaño defendió el propio Gómez Benítez, les ha explotado en las manos.
La dimisión de este vocal de la comisión encargada de evaluar a los candidatos a los cargos judiciales será votada en el pleno del Consejo de mañana. Entre sus razones, destaca el «desacuerdo con el sistema de nombramiento» y la «devaluación de la función» del citado órgano, «impuesta por algunos vocales ajenos a la misma procedentes de las dos asociaciones más representadas en el Consejo», en referencia a la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y Jueces para la Democracia (JpD), que acaparan más de la mitad de los 20 vocales que componen el Consejo.
Según fuentes del órgano de gobierno de la judicatura, en su carta de dimisión critica que no se tenga en cuenta «ni las aptitudes ni los méritos» para ocupar los puestos de la cúpula de la carrera judicial -presidencias de tribunales superiores, audiencias provinciales o las salas del Supremo-. Las mismas fuentes señalaron que la dimisión de Gómez Benítez «se venía venir», ya que no era la primera vez que manifestaba su rechazo al mercadeo de nombramientos desde que el Consejo tomó posesión en septiembre del 2008. Asimismo, aseguran las fuentes que el cese ahondará la división existente entre los vocales nombrados a propuesta del PSOE, nueve de los 20 consejeros, «lo que afectará a la toma de decisiones comunes».
El vocal justificó su decisión con el argumento de que el intercambio de plazas judiciales es un «mal endémico» de todos los Consejos que «hay que cambiar». Y aseguró que «la comisión de calificación ha entrado en una situación muy crítica porque no siempre, pero sí en muchas ocasiones, se imponen criterios que nada tienen que ver con el mérito y la capacidad».
Mentiras
Una de las reacciones más iracundas a las acusaciones de Gómez Benítez procedió de la vocal Margarita Robles, miembro de Jueces para la Democracia y ex secretaria de Estado de Seguridad en el Gobierno de Felipe González. Robles acusó a su compañero de «mentir» y aseguró que las «insinuaciones» de que se mercadean nombramientos suponen una «ofensa» y una «falta de respeto» a los jueces elegidos por el Consejo. Para ella, tras estas críticas hay una «consideración personal de alguien que no está a gusto» y dijo tener la «conciencia muy tranquila», ya que «no trabajamos en bloques».
Robles es uno de los vocales cuestionados por Gómez Benítez, ya que en su momento remitió un informe a los órganos directivos de Jueces para la Democracia en el que detalló que había intercedido para que una veintena de asociados accedieran a altos cargos.
Para el vicepresidente del gobierno de los jueces, Fernando de Rosa, resulta «intolerable» que se acuse a vocales «con nombres y apellidos» de «manipular» al resto.