Griñán se desprende de la herencia de Chaves

Cecilia Cuerdo

ESPAÑA

El presidente de la Junta andaluza reestructura su Gobierno y prescinde de los hombres de confianza de su antecesor.

22 mar 2010 . Actualizado a las 21:57 h.

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha realizado el primer cambio de gobierno tras ser elegido por unanimidad secretario general del PSOE-A. En su nuevo Ejecutivo, que reduce el número de Consejerías, ha reforzado la presencia de sus hombres de confianza y ha eliminado la herencia de su antecesor Manuel Chaves, de cuyo equipo sólo permanece Luis Pizarro.

El relevo generacional se observa también en el grupo parlamentario, donde el nuevo portavoz será uno de sus principales apoyos en el último congreso socialista. Griñán ha dejado así claro que no tiene ataduras con el pasado y que la sombra de Chaves no tutela sus decisiones políticas.

El presidente autonómico decidía poner fin a los rumores que corrían desde que hace una semana. La presencia en el núcleo duro del PSOE andaluz de la hasta hoy consejera de Cultura, Rosa Torres, hacía presagiar el cambio, dado que Griñán había adelantado la incompatibilidad de cargos orgánicos e institucionales. A esto se sumaba la más que previsible marcha del hasta ahora consejero de Vivienda, Juan Espadas, para asumir la candidatura a la alcaldía de Sevilla.

Y efectivamente así ha sido. Griñán ha reducido de 15 a 13 el número de Consejerías, integrando Vivienda en Obras Públicas y repartiendo Justicia y Administración Pública entre Gobernación y Hacienda. Además de las salidas de Torres y Espadas, el líder del socialismo andaluz ha prescindido de los consejeros considerados más cercanos al antiguo aparato regional, como el de Empleo, Antonio Fernández, o Innovación, Martín Soler, cuya cartera pasa a integrarse ahora en una macro área económica encabezada por uno de sus hombres fuertes, Antonio Ávila, que deja Presidencia. Como única presencia del pasado se mantiene Luis Pizarro, antaño mano derecha de Chaves y vicesecretario general del PSOE-A, que sigue al frente de Gobernación, la Consejería más política.

La número dos

También ae por sorpresa la consejera de Justicia, Begoña Álvarez, que gozaba del beneplácito de la judicatura andaluza y que había desempeñado un papel protagonista con motivo de la exhumación de la fosa de Federico García Lorca.

Aparecen cuatro caras nuevas, entre ellas el que fuera consejero de Turismo Paulino Plata, que desapareció de la primera línea de la política regional tras perder las elecciones a la alcaldía de Marbella y renunciar a su acta de concejal apenas cuatro meses después y que ahora asume Cultura. La otra gran incorporación es el granadino Francisco Álvarez de la Chica, otro de los hombres más cercanos a Griñán y que asume la consejería de Educación. Por su parte, la titular de este departamento, Mar Moreno, considerada en su momento la sustituta idónea de Chaves por el propio José Luis Rodríguez Zapatero, cobra peso político y se convierte en el 'número dos' del presidente al asumir las competencias de Presidencia y ser la nueva portavoz del ejecutivo regional.

Sin embargo, el cambio más destacado se produce en el grupo parlamentario, al abandonar la portavocía el veterano Manuel Gracia, uno de los tres diputados que estaba en la Cámara regional desde el inicio de la autonomía y con un destacado papel durante la negociación del Estatuto. Su puesto será ocupado por Mario Jiménez, forjado en las Juventudes Socialistas al igual que el nuevo núcleo duro del partido en Andalucía y uno de los hombres más allegados a Griñán, que le encargó expresamente la organización del pasado congreso extraordinario del PSOE-A.