La Policía no cree que se trata de un nuevo caso de violencia machista.
12 abr 2010 . Actualizado a las 20:00 h.La mujer que hoy ha sido hallada muerta con signos de violencia en la calle Rey Don Pelayo de Córdoba podría haber fallecido a manos del propietario de la vivienda, al parecer un cliente habitual de la víctima, que ejercía la prostitución, según han relatado los vecinos.
Han sido los vecinos quienes han indicado a los periodistas que la casa donde ha sido hallado el cadáver de Antonia, de unos 30 años y natural de Huelva, es propiedad de S.C. de unos 60 años, que vive solo, es soltero y, según comentan, tiene problemas con el alcohol. Estos mismos vecinos han relatado que era frecuente ver a la víctima y a S.C. juntos y que las peleas también eran habituales entre ellos.
Según los vecinos, los motivos de disputa entre los dos eran conocidos en el barrio y se producían por causas económicas, ya que Antonia ofrecía servicios sexuales a S.C. para obtener el máximo dinero posible con el que comprar droga. La víctima, conocida como «La moñetes», que residía en el barrio de Los Vikingos de Córdoba y ejercía la prostitución de manera habitual en la esquina de una farmacia cercana a la vivienda de S.C., fue vista por última vez el sábado 3 de abril, en la puerta de la casa donde ha sido hallada muerta, por lo que los indicios apuntan a que podría haber fallecido hace más de una semana. Al parecer, el fuerte olor que salía de la casa ha obligado a los agentes a entrar con mascarilla en la vivienda.
Un vecino que reside en el número 62 de la calle Rey Don Pelayo, contiguo al de donde vive S.C., ha asegurado a Efe que las peleas entre la víctima y el hombre eran continuas y que la última vez que oyó gritos fue el Sábado Santo.
El cuerpo de la mujer ha sido encontrado hoy, cuando, según cuentan los vecinos, ha sido el propio S.C. quien ha llamado a un cerrajero para que le abriera la puerta de la casa, porque como solía hacer habitualmente, se había dejado las llaves dentro.
Según estos vecinos, cuando el cerrajero ha abierto la puerta de la casa, ha encontrado un charco de sangre y le ha preguntado al propietario por su procedencia, a lo que S.C. le ha contestado que pasara al interior de la vivienda y viera «a la muerta que tenía dentro».
Una vecina que conocía a la prostituta ha indicado que los vecinos habían alertado en varias ocasiones a la mujer de que su relación con S.C., problemático en el barrio por su alcoholismo, acabaría mal y, según esta misma vecina, la víctima le dijo que, alguna vez, le había intentado agredir.
De momento, se desconoce el modo en el que presuntamente S.C. ha terminado con la vida de esta prostituta y la Policía Nacional no confirma que se haya producido ya la detención del presunto homicida.