Prisiones asume que hubo abusos en la cárcel de Madrid-I y pide a los funcionarios que ayuden en la investigación
ESPAÑA
La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, apeló ayer a la responsabilidad de los funcionarios de la cárcel de mujeres Madrid-I, en Alcalá de Henares, para que colaboren en la investigación sobre la supuesta trama que otorgaba prebendas a las reclusas a cambio de favores sexuales. Aunque los hechos están aún bajo investigación, Gallizo admitió: «No descarto que se haya producido nada», incluidas las prácticas sexuales ni la entrada de droga y alcohol en el recinto penitenciario.
Lo que sí rechazo es que lo sucedido tenga relación alguna con la aplicación de la ley de igualdad, como denuncian algunos sindicatos penitenciarios. La entrada en vigor de esta norma, en el 2007, conllevó la unificación de escalas en el cuerpo de funcionarios de prisiones, lo que hizo que personal masculino prestara servicio en módulos femeninos. La relación entre las irregularidades y la citada ley fue rechazada también por el Ministerio de Igualdad. La secretaria general de Política de Igualdad, Isabel Martínez, declaró a Efe que en las cárceles de mujeres había funcionarios masculinos con anterioridad a la entrada en vigor de la ley. Lo que ha hecho la ley, asegura, ha sido acabar con la discriminación que había entre sexos en el acceso a puestos de trabajo en las cárceles. «Ahora hay igualdad entre hombres y mujeres al acceder a una plaza, y lo que ha sucedido en Madrid-I es un hecho aislado, que será severamente castigado, pero que nada tiene que ver con la ley de igualdad; hay mala intención por mezclar ambas cosas», afirmó.
Gallizo confirmó que la destitución de los responsables de la prisión fue debida a que no habían actuado adecuadamente para acabar con una serie de «comportamientos manifiestamente deleznables». Aunque no quiso concretar a que hechos se refería, sí admitió que el desencadenante último de las destituciones fue que la dirección de la cárcel no comunicó hasta tres días después un incidente de «extrema gravedad» ocurrido el pasado día 4, cuando un funcionario, que ha sido suspendido de funciones, entró en una celda a altar horas de la madrugada y permaneció en ella un especio de tiempo que no tiene justificación alguna, según las palabras de Gallizo, quien reveló también que las dos presas que ocupaban la celda han sido trasladadas a otra prisión.
La secretaria general confirmó también que la investigación interna había comenzado el pasado mes de enero, a raíz de la denuncia presentada por una funcionaria ante la dirección de la cárcel en la que aseguraba que algunos compañeros habían introducido alcohol en el recinto, especialmente el día de Nochevieja.
La dirección de la cárcel ha sido asumida temporalmente por un inspector de prisiones, que, además, será el encargado de dirigir la investigación para esclarecer todas las irregularidades que se hayan registrado y depurar las responsabilidades en que hayan podido incurrir funcionarios. En todo caso, Mercedes Gallizo defendió el buen hacer general de los trabajadores, ya que, dijo, se trata de comportamientos aislados de personas concretas que nada tienen que ver con el buen comportamiento habitual de los 25.000 empleados de Instituciones Penitenciarias.
Y si la secretaria general no descarta ninguna posibilidad, una antigua interna en la cárcel de Madrid-I declaró ayer en una entrevista emitida por Telemadrid que durante su reclusión había sido forzada por «funcionarias y funcionarios». En referencia a los encuentros sexuales, aseguró que «a las doce o a la una de la noche me venían a buscar y sin pedirme permiso, cuando no me apetecía; cuando no me apetece, aunque antes lo hayas hecho y haya sido de mutuo acuerdo, es un forzamiento». Y precisó que este tipo de encuentros ocurrían varias veces por semana.