El primer ministro marroquí, Abás el Fasi, reabrió ayer de forma inesperada el litigio sobre Ceuta y Melilla, al reclamar al Gobierno «abrir un diálogo» para acabar con la «ocupación» de ambas ciudades y de los islotes españoles en el norte de Marruecos. «Llamamos a la amiga España a abrir un diálogo para poner fin a la ocupación de estas dos ciudades marroquíes y de las islas vecinas expoliadas, dentro del marco de una visión de futuro», dijo el primer ministro durante una sesión plenaria de la Cámara de Representantes marroquí, durante el discurso de presentación del balance de la mitad de su mandato.
Para El Fasi, el hecho de que «España niegue a Marruecos el derecho a recuperar [los territorios] es anacrónico con el espíritu de los tiempos y con las relaciones estratégicas de buena vecindad existentes» entre los dos países.
En su alocución, el primer ministro apuntó que la visión de futuro que se abra sobre Ceuta y Melilla y los islotes «deberá tener en cuenta los intereses comunes de los dos países y las nuevas realidades estratégicas y geopolíticas».
Asimismo, El Fasi recordó que los logros alcanzados por Marruecos durante el reinado de Mohamed VI le han permitido convertirse en el primer país árabe y africano en acceder al estatuto avanzado de asociación con la Unión Europea, concedido en el 2008 y cuya primera cumbre se celebró el pasado marzo en la ciudad andaluza de Granada.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores consultadas ayer reafirmaron la «absoluta españolidad» de ambas ciudades y consideran que la petición hecha por Abás el Fasi responde a la «tradicional posición» del reino alauí, por lo que «no representa ninguna novedad». Así, fuentes del departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos insistieron en que el Gobierno «mantiene su postura de que Ceuta y Melilla son ciudades españolas».
Conflicto histórico
Las recurrentes reivindicaciones marroquíes sobre Ceuta y Melilla han sido un tema de conflicto constante entre Marruecos y España, que ejerce la soberanía sobre ambas ciudades desde 1580 y 1496, respectivamente.
Las diferencias se iniciaron en 1975, cuando Rabat planteó a la ONU la situación de los territorios «ocupados por España». El 6 de noviembre de ese año se llevó a cabo la Marcha Verde, una gran manifestación que supuso el comienzo de la anexión del Sáhara Occidental a Marruecos y el fin de la colonización española, ya que días después España cedió la administración de la colonia a Rabat.
Uno de los mayores desencuentros se produjo en 1994, cuando fueron aprobados los Estatutos de Autonomía de ambas ciudades. Ello llevó a Marruecos a solicitar a las Naciones Unidas la devolución de los territorios a su reino.
Posteriormente, en el 2002, hubo una crisis diplomática por la ocupación marroquí del islote de Perejil, una acción justificada por Rabat como parte de su «estrategia de lucha contra la inmigración y el terrorismo».
La última vez que las dos ciudades autónomas fueron foco de tensión entre ambos países fue en noviembre del 2007, con la visita de los Reyes de España a Ceuta y Melilla, lo que motivó la retirada del embajador marroquí de Madrid durante dos meses. I