La dirección socialista descarta que el 2 de abril desvele su decisión
22 mar 2011 . Actualizado a las 20:42 h.La dirección del PSOE trató ayer de lograr lo que parece una quimera: enfriar el debate sucesorio. El propio José Luis Rodríguez Zapatero entró de lleno en el tema en la ejecutiva y lanzó un mensaje a los barones que quieren que decida antes del 22 de mayo si se presenta o no: que no se pongan nerviosos, porque resistirá las presiones y se pronunciará cuando lo crea oportuno. El secretario de organización, Marcelino Iglesias, quiso zanjar las especulaciones al descartar que el presidente desvele su decisión en el comité federal del 2 de abril, como se especulaba. Y abordó los dos posibles escenarios: si no repite, respeto absoluto; si lo hace, todo el apoyo, porque es el «candidato natural». En todo caso, señaló que cuando el líder del PSOE toma «decisiones importantes» siempre pasa información previamente y en esta ocasión no lo ha hecho. Un razonamiento de escaso peso, conociendo la forma de actuar de Zapatero.
Varios miembros de la ejecutiva intervinieron sobre este asunto. José Blanco se limitó a decir que las primarias son un mecanismo establecido en el partido para cuando hay más de un candidato. Juan Fernando López Aguilar y Maru Menéndez -mano derecha de Tomás Gómez- mostraron su apoyo a Zapatero y abogaron por respetar sus tiempos. Pero el catalán Miquel Iceta expresó el malestar del PSC por el hecho de que el debate se esté produciendo ahora, en tanto que interfiere en las elecciones autonómicas y municipales.
En respuesta, el secretario general advirtió de que no le dan miedo las presiones para que desvele su futuro y dijo que no se dejará influir a la hora decidir si será o no el cabeza de cartel en las generales. Un mensaje a los barones territoriales, que -como José María Barreda y Guillermo Fernández Vara- quieren que desvele sus planes antes del 22 de mayo. Zapatero aseguró que entiende que haya quien se ponga nervioso, pero hará lo que más convenga al país y al partido en el momento oportuno.
Poco antes de que el número tres de los socialistas se esforzara por transmitir tranquilidad, la responsable de política internacional, Elena Valenciano, aseguraba que tendría «el corazón absolutamente partido» en el caso de que hubiera una elección interna entre Rubalcaba y Chacón. Tomás Gómez volvía a abogar por las primarias si Zapatero no se presenta y López Aguilar decía que su liderazgo está muy vivo. José Bono, por su parte, instaba a los socialistas a no introducir más «ruido».