El Gobierno avisa que este podría ser motivo para la ilegalización
24 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El nuevo diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano, pasó ayer por alto, en su discurso de réplica a los portavoces de los grupos junteros, los reiterados emplazamientos por parte del PNV, PSE-EE y PP para que pida la desaparición definitiva de ETA. Tanto los portavoces de los grupos junteros como los candidatos a diputado general del PNV, Markel Olano; del PSE-EE, Rafaela Romero, y del PP, Juan Carlos Cano, habían pedido a Bildu, en diferentes momentos del pleno de investidura de Guipúzcoa, que reclamase el fin de ETA.
Romero afirmó que su partido aprobó en el Parlamento vasco una resolución sobre las torturas: «Yo he firmado hoy para condenar las torturas y pedir a la Fiscalía que las investigue, y usted es incapaz de condenar a ETA y pedir que desaparezca para que yo sea libre», se lamentó dirigiéndose a Garitano.
También el representante del Partido Popular, Juan Carlos Cano, emplazó directamente al candidato de Bildu al pedirle que «sea valiente y pida la desaparición de ETA, condene sus atentados y su historia». «Mientras no lo haga, su credibilidad será nula, por muchos votos que tenga», añadió.
En su réplica, Garitano no hizo ninguna alusión a ETA y optó por exhibir un discurso conciliador al atisbar posibles acuerdos con los socialistas en asuntos sociales y con el PNV, con el que mantendrá una relación «preferente», en materias relacionadas con la defensa del «derecho a decidir». También pidió al PP que abandone su discurso «apocalíptico» y de «consignas» y se decida a «enrolarse en la singladura» del proceso encaminado a lograr la paz y la normalización política.
Lecciones de democracia
La portavoz de Bildu, Idoia Ormazabal, afirmó que la coalición «no necesita lecciones de democracia de nadie», pero tampoco respondió a las exigencias de que la coalición reclame a la banda terrorista su desaparición.
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, opinó ayer que el acceso de Bildu a la Diputación de Guipúzcoa «puede suponer la llegada definitiva del final de la violencia», pero añadió que si hubiera sido solo un «engaño», el Estado deberá «abortar» esa coalición. Jáuregui aseguró que no le gustan «muchos gestos y declaraciones de Bildu», pero «una vez que la Justicia los ha reconocido como opción legal y han obtenido unos votos que les van a permitir tener una representación», esta deberá ejercerse «en el marco de la legalidad».
Así, advirtió que si esa coalición «acaba convirtiéndose en un apoyo a la violencia o se comporta como un complemento del terror» y no condenaran la violencia, en caso de que esta volviera a producirse, «tendrían que ser ilegalizados», aseveró.