El PSOE tilda de «chulesca» la actitud del equipo de Cospedal, el PP culpa a la «orgía de derroche» de Barreda, y el sector se reafirma en el paro
26 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha posicionado con dureza contra el cierre de dos meses promovido por los farmacéuticos de la comunidad en protesta por los impagos de recetas que acumula el Ejecutivo regional presidido por María Dolores de Cospedal (PP), cuyo importe supera ya los 150 millones de euros. Su consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, amenazó ayer a los empresarios del sector con modificar las reglas de juego si no deponen su actitud. Echániz reprobó el cierre, anunció que no lo autorizará -al menos 500 de las 1.300 farmacias de Guadalajara, Toledo y Ciudad Real ya solicitaron autorización- y advirtió de que su Gobierno tiene capacidad para imponer unos turnos de guardia más exigentes para garantizar la prestación del servicio. Es más, tras insistir en que están listos para adoptar «todas las medidas preventivas» que sean necesarias, habló incluso de denunciar al colectivo ante la Comisión de Defensa de la Competencia.
El consejero dijo ver con «extrema preocupación la deriva que están asumiendo algunos farmacéuticos», a los que acusó de rehuir el diálogo constructivo -se refirió en particular a la convocatoria de una manifestación de protesta en Toledo para el 4 de septiembre- y acusó al Partido Socialista de estar detrás de este frente de presión, que, reprochó, no ayudará a solucionar el problema.
«Esto solo nos puede llevar -remarcó- a tener que cambiar las reglas del juego», una posibilidad que, apuntó, no cree que sea del agrado de lo que quieran escuchar en un momento de crisis «la mayoría de los farmacéuticos de la región». Echániz -que solicitó una reunión urgente a la ministra de Sanidad, Leire Pajín, y exigió el apoyo del Ejecutivo central para resolver el conflicto- concluyó retomando el tono de amenaza: «Si este irresponsable grupo dentro del colectivo farmacéutico no nos deja otra opción, nos obligarán a llegar hasta el final».
El PP manchego, por boca de su portavoz en las Cortes autónomas, Carmen Riolobos, responsabilizó al anterior Gobierno de José María Barreda del impago que ordenó De Cospedal y de «todo lo malo que está pasando en la región», que -señaló- es solo una consecuencia de «la orgía de derroche y despilfarro» protagonizada por los socialistas, que obliga al equipo de De Cospedal a moverse en «una austeridad casi franciscana», según recoge Efe.
«Tensar la cuerda»
El PSOE manchego -por voz de la diputada regional y secretaria de organización del partido de Ciudad Real, Blanca Fernández- acusó al Gobierno autónomo de «tensar aún más la cuerda y retar a los farmacéuticos» con las declaraciones del consejero José Ignacio Echániz, que tildó de «chulescas».
Por su parte, la patronal farmacéutica mantenía su posición de presión ante una situación de acumulación de impagos que, asegura, llevará a las oficinas a la quiebra. Especialmente en una comunidad donde buena parte de las farmacias -una de cada cuatro- atienden poblaciones de carácter rural y con menos de mil habitantes.