Rubalcaba se desmarca de la conferencia de paz y dice que no autorizó al PSE para asistir
ESPAÑA
El líder popular aseguró que no quería contribuir a la «ceremonia de la confusión» montada, por lo que no entró siquiera en valoraciones, hasta que exista, dijo, un comunicado en el que ETA diga que «abandona de forma definitiva e incondicional su actividad criminal».
19 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba respondieron ayer con extremada cautela al comunicado de la denominada conferencia internacional de San Sebastián, que el lunes reclamó el fin de definitivo de ETA y pidió a los Gobiernos de España y Francia que dialoguen con la banda.
El líder popular aseguró que no quería contribuir a la «ceremonia de la confusión» montada, por lo que no entró siquiera en valoraciones, hasta que exista, dijo, un comunicado en el que ETA diga que «abandona de forma definitiva e incondicional su actividad criminal».
Por su parte, el candidato socialista se desligó totalmente de la conferencia, hasta el punto de asegurar que no dio su «visto bueno» a la participación en el foro del PSE, con una delegación formada por su presidente, Jesús Eguiguren, y el alcalde de Ermua, Carlos Totorika. Rubalcaba exigió firmeza, unidad y prudencia para abordar los últimos pasos de la lucha contra ETA y para «pedirle que abandone definitivamente la violencia». Tampoco quiso valorar la conferencia, ya que deben hacerlo «quienes la han organizado, no quienes no tenemos nada que ver con ella».
Por su parte, el Gobierno vasco aseguró que no se plantea hacer «ningún movimiento» hasta que ETA anuncie el cese definitivo de su actividad terrorista. Su portavoz, Idoia Mendia, advirtió que la verificación del abandono de las armas no corresponde a grupos internacionales, sino a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
El consejero de Interior, Rodolfo Ares, pidió al PP que trabaje con todos para acabar definitivamente con el terrorismo y aseguró que tras la declaración del palacio de Aiete, «que los radicales necesitaban», la pelota está en el tejado de ETA.