Ambos coinciden en que no favorecería el crecimiento de la economía
21 oct 2011 . Actualizado a las 10:06 h.Los principales partidos españoles, PSOE y PP, expresaron ayer su rechazo compartido a la propuesta realizada un día antes por la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) de abaratar el despido como una de sus principales recetas para superar la crisis. Los empresarios reclaman una rebaja en las indemnizaciones por despido objetivo en los contratos indefinidos desde los 20 días por año trabajado actuales hasta 12 días por año, con un máximo de doce mensualidades, y para los despidos improcedentes sugieren pasar de 45 a 20 días -de los que ocho correrían a cargo del Fogasa (Fondo de Garantía Salarial)- con un tope de doce pagas. A solamente un mes de que se celebren las elecciones generales, el próximo 20 de noviembre, PSOE y PP se apresuraron a dejar claro que no atenderán esa petición de la patronal.
El vicesecretario de comunicación del Partido Popular, Esteban González-Pons, aseguró, en el caso de que su formación gane los comicios: «No vamos a abaratar el despido, sino a abaratar el coste de la contratación». El dirigente popular también afirmó que si llegan a gobernar harán oídos sordos también a otra de las propuestas más polémicas de CEOE: establecer el copago en la sanidad y otros servicios públicos básicos para poder seguir financiándolos. «El PP se compromete a garantizar los derechos sociales y, desde luego, la sanidad y la educación para todos gratuita y de calidad», explicó González Pons, que recalcó de inmediato: «Hay que aguantar sin hacer recortes hasta que la economía crezca».
El vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, aseguró que su partido no comparte las propuestas de la CEOE. «Lo que me resultaría relevante -apuntó- es saber lo que opina el PP sobre la receta que pusieron encima de la mesa los empresarios, porque no vaya a ser que sea el programa oculto del PP y que el PP no se atreva a explicitarlo en esta campaña electoral». El dirigente socialista advirtió que un Estado de bienestar debilitado «nos debilita a todos» y dificulta que muchas personas puedan tener «una oportunidad en el futuro».
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, explicó que la crisis «no es el mejor momento» para abaratar el despido y que ahora la mejor receta «no es hacer más fácil despedir, sino más fácil contratar». La número dos de su departamento, la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, muy crítica, señaló que las propuestas anunciadas por la CEOE «son más propias del derecho del trabajo del siglo XIX» que de la época actual.
«No se puede hacer una reforma laboral sin contar con los sindicatos»
Esteban González Pons (PP)
«El Estado de bienestar debilitado nos debilita a todos, a la economía, a la sociedad y a los que no tienen de todo»
José Blanco (PSOE)