El primer test a las medidas de Rajoy en dos plazas difíciles

E. C. Madrid / la voz

ESPAÑA

09 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Nada está decidido. El CIS da emoción a las dos campañas, que serán a cara de perro y en las que tanto Rajoy como Rubalcaba tendrán que implicarse a fondo. Los cruces de acusaciones y las descalificaciones estarán, sin duda, a la orden del día.

Como era de esperar, la caída de los socialistas en Andalucía será espectacular, pero eso no descarta totalmente que Griñán pueda seguir gobernando con el respaldo de IU, aunque no hay que despreciar el precedente extremeño. Arenas tendrá que forzar la máquina en la campaña para lograr por fin su gran objetivo. Después de 30 años gobernando, con un paro por encima del 30 %, el colosal escándalo de los ERE en todo su apogeo y uno nuevo, el de los créditos a dedo de Invercaria, muy grave y oportunamente aireado en vísperas electorales, y un partido fracturado, lo sorprendente es que Griñán aún esté en condiciones de continuar al frente de la Junta. Pero hay que tener en cuenta que Andalucía es la única comunidad autónoma en la que no ha habido alternancia en toda la democracia.

En Asturias, si se cumplen las previsiones del CIS, la jugada de Cascos de adelantar las elecciones se volverá en su contra, ya que caería al tercer lugar sin ninguna posibilidad de mantener la presidencia del Principado. La magnitud del batacazo en cifras se traduce en siete puntos y entre cinco y seis diputados menos. La incógnita es qué haría Cascos si el PP necesitara sus votos. A pesar de la beligerancia que existe entre el exvicepresidente de Aznar y la dirección nacional de los populares, con Rajoy al frente, el hecho de que su candidata, Mercedes Fernández, fuera en su día una casquista reconocida podría allanar el camino del acuerdo.

Las dos citas con las urnas tendrán también una lectura nacional. Serán el primer test sobre las durísimas medidas de ajuste y la reforma laboral del Gobierno popular en dos comunidades de fuerte tradición de izquierdas, aunque a escala nacional el desgaste haya sido mínimo, según las encuestas. Si Arenas fracasara en su intento supondría un revés muy importante para Rajoy tras el tsunami electoral del PP. El desalojo de Griñán, que hasta hace poco se daba por seguro, dejaría al PSOE con el País Vasco como único bastión.

La trascendencia de las elecciones asturianas es menor, aunque para los populares conquistar el Principado sería un paso más en el control del poder autonómico. Rubalcaba se juega mucho. Si el PP gobierna Andalucía y Asturias el desastre del 20-N aumentaría todavía más.