A bordo había 6 tripulantes y 7 piratas, que entregarán a las autoridades
20 abr 2012 . Actualizado a las 06:57 h.Por segunda vez en siete días, un buque de la Armada española ha dado un golpe a la piratería en el océano Índico. En esta ocasión, el protagonista ha sido el patrullero de altura Infanta Elena, que en la noche del miércoles liberó un pesquero de Sri Lanka que había sido secuestrado por delincuentes somalíes hace seis meses.
El buque militar avistó al Nimesha Duwa, un dhow (embarcación típica de la zona), a unas 50 millas de la costa de Tanzania, entre las islas de Pemba y Mafia. Los militares sabían de la presencia en el área de este pesquero, que desde su secuestro hace medio año era empleado como buque nodriza. Es más, al dhow liberado se lo relaciona con un ataque fallido a un mercante ocurrido en el canal de Mozambique el fin de semana pasado.
Trece a bordo
Tras recibir la autorización del mando de la operación Atalanta, un equipo del patrullero Infanta Elena interceptó el buque y retuvo a sus ocupantes. A bordo había casi tantos supuestos piratas como pescadores. Ganaban aquellos por uno: siete contra seis. Todos ellos fueron trasladados a la embarcación de la Armada española, donde se sometieron a un control médico a la vez que se les proporcionó comida y agua.
Fuentes de Defensa explicaron que los siete piratas serán entregados a las autoridades en Somalia y que han sido requisadas las armas que tenían a bordo.
El hecho de que la nave nodriza haya sido interceptada cerca del canal de Mozambique ha infundido cierto temor a los armadores, pues a estas alturas del año los atuneros están operando precisamente por esas latitudes.