La jueza cree que el exconsejero valenciano Blasco cobró dinero público de las oenegés

redacción / la voz

ESPAÑA

04 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La jueza Nieves Molina que investiga la presunta malversación de fondos de la Generalitat de Valencia destinados a cooperación en el tercer mundo aprecia indicios de delito en la actuación del exconsejero de Solidaridad y Ciudadanía y actual portavoz del PP en el Parlamento regional, Rafael Blasco. Así, la instructora ha remitido el caso al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana: la inhibición obedece a que es este órgano el que tiene competencias para instruir procedimientos que afecten a aforados. Con esta decisión se suma a las tesis de la Fiscalía Anticorrupción, que ya había solicitado previamente el traspaso de la causa y la imputación del veterano político popular. Si el tribunal imputa finalmente a Blasco deberá nombrar nuevo juez instructor.

Molina considera que existen indicios sólidos de que Rafael Blasco pudo haber cometido fraude de subvenciones, prevaricación, cohecho, tráfico de influencias y falsedad documental. Es más, considera que uno de los supuestos cabecillas de la trama, el empresario Augusto César Tauroni, participó en las convocatorias públicas de subvenciones de la Generalitat al contar a su favor con la aprobación, el apoyo y la buena relación personal con el consejero. En marzo del 2008, Tauroni se puso en contacto con la Fundación Cyes para proponerle concurrir a la convocatoria de subvenciones. De los 833.409 euros entregados a Cyes para proyectos en Nicaragua solo se transfirieron 43.000. En concepto de asesoramiento, consultoría e ingeniería, las firmas de Tauroni cobraron ese mismo año 456.960 euros. La jueza ha observado indicios de que Blasco conocía su intención de lucrarse con esos fondos y de que participó de los beneficios al recibir dinero del empresario. La trama habría desviado finalmente hasta un total de cinco millones de euros de dinero público que debió haber revertido en proyectos humanitarios en el tercer mundo.

Blasco (RR, Roger Rabbit, era su nombre en clave en documentos incautados), sospecha la jueza, participaría en empresas instaladas en Estados Unidos de la mano de Tauroni.