Los incendios forestales se estabilizan después de arrasar casi 50.000 hectáreas
04 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La trágica jornada del lunes en Valencia, en la que murió un piloto y otros dos resultaron heridos tras estrellarse dos helicópteros que participaban en las tareas de extinción de los incendios forestales que arrasan el interior de la provincia, motivó ayer la protesta de organizaciones que agrupan a los trabajadores de este colectivo.
El Colegio de Pilotos (Copac) reclamó que se regule el sector de los empleos aéreos y que se adopten medidas para mejorar la seguridad en los helicópteros, después de que hayan perdido la vida 23 personas en la última década en España cuando participaban en tareas de extinción de incendios. El colegio destacó en un comunicado que la siniestralidad en este sector no mejoró en los últimos años y recalcó que las operaciones de extinción de incendios son las que registran los peores índices.
En la misma línea se expresó el sindicato de pilotos Sepla, que recordó que España es el país europeo con peores datos de siniestralidad entre los pilotos de helicópteros, que además trabajan «en condiciones precarias», denunció. En este sentido, Sepla demanda de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que publique el decreto que se había comprometido a tener listo antes de la campaña de incendios, al tiempo que valora el esfuerzo realizado por las autoridades y las empresas del sector para reforzar los márgenes de seguridad de las operaciones de helicóptero. El pasado mes de mayo los sindicatos del sector firmaron con la patronal de helicópteros (AECA Helicópteros) un convenio sectorial que regula distintos aspectos, como el límite anual de horas de las tripulaciones, cuyo tope pasa de más de 2.500 a 2.000.
Por su parte, AECA destacó las duras condiciones de trabajo en el incendio de Valencia, que, recordó, es el más virulento de los últimos años en la comarca y el que está requiriendo un mayor despliegue aéreo.
Mientras, las labores de extinción continuaron ayer en los dos fuegos registrados en Andilla y Cortes de Pallàs, en los que ardieron cerca de 50.000 hectáreas de superficie arbolada. Los dos se hallan estabilizados y sin llamas, según el Centro de Emergencias. Pero las autoridades temen que pueda surgir algún rebrote debido a las altas temperaturas, el bajo nivel de humedad y el viento que se prevé para los próximos días.
Línea de ayudas
Por otra parte, el Consejo de Ministros y el pleno del Gobierno valenciano aprobarán en sus reuniones del próximo viernes varias líneas de ayudas para los afectados por los incendios en la comunidad, según anunciaron ayer el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que viajó a Valencia para seguir sobre el terreno el desarrollo de los trabajos de extinción en las zonas afectadas.