La mecha prendida con la supresión de la paga de Navidad de los funcionarios, que está provocando un cierre de filas de los sindicatos y las fuerzas de la oposición contra el Gobierno durante la precampaña de las elecciones autonómicas gallegas y vascas, está también obligando a la Administración del Estado a mover ficha.
El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, dio a entender ayer, en declaraciones a Telemadrid, que la supresión de la paga extraordinaria solo tendrá efectos este año, porque se valorará su reposición en el 2013. Beteta insistió en que se trata de una medida temporal. «Cuando el presidente del Gobierno dijo que era por un año, sabía muy bien lo que decía. Creo que ya he dicho bastante», zanjó el secretario de Estado.
Pero de momento, ni el PSOE y el BNG le dan carta de naturaleza a las intenciones que pueda tener el Gobierno a este respecto y están decididos a seguir adelante con su campaña para compensar este mismo año a los empleados públicos.
Autonomía municipal
El coordinador de la campaña del PSdeG-PSOE y secretario de Organización del partido, Pablo García, advirtió ayer de que los concellos donde gobiernan los socialistas tienen plena «autonomía» para estudiar y aprobar fórmulas que contribuyan a compensar la pérdida de capacidad adquisitiva de los funcionarios, un argumento que permite darle carta blanca a lo que se decida hacer en cada concello.
Desde el PP, en cambio, consideran una «imprudencia» que los concellos se tomen la ley por su mano y apliquen compensaciones extraordinarias con la situación de deuda pública que tienen acumulada.