Íñigo Urkullu, líder del PNV, echó ayer un capote a CiU, al decir que el encaje de Cataluña en España aún no se ha resuelto, pero acto seguido marcó distancais al señalar que su partido plantea un «nuevo estatus» para el País Vasco, en el que sea reconocida como «nación», pero no desde «el divorcio» sino desde la convivencia con España.