
Populares y socialistas refuerzan sus mensajes de advertencia contra las veleidades independentistas a medida que avanza la campaña
21 oct 2012 . Actualizado a las 21:06 h.Pasado el ecuador, la campaña electoral entra en su recta final sin que nada cambie. Los datos de la encuesta del Gobierno vasco dados a conocer ayer vienen a confirmar los ya adelantados hace una semana por el CIS: triunfo del PNV (24-26 escaños, frente a 30 en el 2009), aunque lejos de la mayoría absoluta (que está en 38 de los 75 escaños de la cámara), y desplome del PSE (baja de 25 a 16-17) y del PP (de 13 a 10). La irrupción en la cámara de EH Bildu (21-23 escaños) como segunda fuerza política eleva la presencia de las fuerzas independentistas a dos tercios del próximo Parlamento vasco.
Y esto es lo que preocupa seriamente al Gobierno de Mariano Rajoy. El presidente, escaldado ya con la deriva soberanista de Cataluña, teme que se contagie al País Vasco, de forma que Íñigo Urkullu y Artur Mas hagan una pinza para conseguir sus propósitos. A ambos les advirtió ayer en Bilbao que «fuera de España y de la Unión Europea se está en ninguna parte y condenados a la nada». Porque por mucho que el presidente catalán pretenda preguntar a sus conciudadanos si quieren ser un Estado dentro de la UE, lo cierto es que la independencia la expulsaría inmediatamente de la Unión. «El mayor error que se podría cometer hoy en día sería sumar a la crisis económica una crisis política e institucional», afirmó Rajoy en Bilbao, respaldado por el candidato Antonio Basagoiti.
En la misma tesis abundó el lendakari Patxi López. En un encuentro con jóvenes en Vitoria, el candidato socialista alertó contra el riesgo de que el PNV y EH Bildu paralicen el País Vasco con debates identitarios que, además, dejen a la comunidad fuera de la UE.
Íñigo Urkullu muestra su cara amable e intenta evitar polémicas para pescar votos a un lado y al otro. Por ello, acusó al PP de demonizar a los nacionalistas e intentar sembrar el miedo sobre los efectos de la independencia. El líder del PNV aseguró que su urgencia es «salir de la crisis juntos». Una moderación que no comparte EH Bildu. La coalición exhibió un vídeo de Otegi desde la cárcel en el que llama a la victoria del indepentismo para vaciar las prisiones.