La hermana de Miguel Ángel Blanco ha decidido centrarse en su trabajo en la Fundación de Victimas del Terrorismo, cuya presidencia asumió la semana pasada
05 nov 2012 . Actualizado a las 20:02 h.La candidata del PP por Álava, Mari Mar Blanco, ha renunciado hoy a ser parlamentaria en la Cámara Vasca y ha decidido centrarse en su trabajo en la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT), cuya presidencia asumió la semana pasada.
La hermana del concejal de Ermua asesinado por ETA en 1997, Miguel Ángel Blanco, no resultó elegida para revalidar su escaño en las elecciones vascas del pasado 21 de octubre, ya que ocupaba el sexto puesto de la candidatura en Álava y el PP logró cinco escaños.
Aunque los cinco parlamentarios electos mostraron su disposición a cederle su acta de diputado para que pudiera seguir en el Parlamento, Blanco ha asegurado hoy a Efe que «desde el minuto uno» decidió renunciar a esta posibilidad.
«No me parece justo desplazar a ninguno de mis compañeros», ha afirmado la dirigente popular, que en todo caso ha valorado un gesto «que les honra» y que le hace sentir «orgullosa» de haber compartido con ellos cuatro años de trabajo en el Parlamento.
Blanco ha mostrado su agradecimiento a todos sus compañeros de partido, a los cinco electos de Álava y, de manera especial, al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, por «todos los esfuerzos» que ha hecho para que pudiera seguir en la Cámara autonómica y a quien ha mostrado su «apoyo y colaboración».
Ha reconocido que le hubiera gustado estar presente en el nuevo Parlamento y que «lo que más le motivaba» era el regreso de la izquierda abertzale porque «era importante» la presencia de una víctima de ETA como ella «para que nadie pretenda desnaturalizar la verdadera memoria de las víctimas del terrorismo».
Aunque, a su juicio, EH Bildu tratará de «hacer un lavado de cara y blanquear la historia de terror de ETA», está «tranquila» porque los diez parlamentarios populares «van a defender la voz de las víctimas frente a la mentira, que es lo que va a presentar la izquierda abertzale».
Además ha expresado su «pena» por el hecho de que la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento -que ella presidió en la legislatura recién concluida- pueda «dar voz a personas y colectivos que aplaudieron o callaron ante atentados terroristas, que no reconocen a las víctimas y que no han pedido perdón».
Ha recordado que mientras ella presidió esa comisión «se vetó» la comparecencia de personas «que con sus hechos, sus palabras o su silencio hubieran vulnerado los derechos humanos», pero ha expresado su temor de que a partir de ahora estos colectivos tengan «cierto protagonismo» en la misma.
A partir de ahora Mari Mar Blanco se centrará en dirigir la Fundación de Víctimas del Terrorismo, una tarea por la que la dirigente popular ha renunciado a cobrar, aunque como carece ahora de un empleo remunerado ha reconocido que «lógicamente» algo tendrá que buscar en el plano laboral.
«Nunca he cobrado por defender la memoria de las víctimas, lo hago porque me apetece y me ilusiona y porque es algo que prometí a mi hermano hace quince años», ha explicado Blanco, que es miembro del Comité Ejecutivo Nacional de Partido Popular y de la ejecutiva del País Vasco.
Al frente de la FVT Blanco defenderá la memoria, dignidad y justicia de las víctimas, luchará contra la impunidad y por el esclarecimiento de los 300 atentados sin resolver y trabajará para construir un «relato final esté basado en la verdad y la memoria, para que en el futuro nadie pueda justificar ni uno de los crímenes de ETA, ni pueda legitimar su historia de terror», ha dicho.
Otro de sus objetivos será conseguir «el máximo consenso» entre todas las asociaciones de víctimas del terrorismo integradas en la fundación porque están unidas por un «lazo muy fuerte: defender la memoria de sus familiares».